BAGDAD.- El Presidente iraquí, Saddam Hussein, prometió una guerra "larga y difícil" a las fuerzas británicas y estadounidenses que se encuentran en Irak, y animó a sus comandantes militares a seguir resistiendo.
Con tono cansado, el Presidente leyó ante la televisión un largo discurso de más de veinte minutos en el que hizo mención a las batallas que se han producido en el sur del país, tanto en Um Qasr como en Basora, lo que indica que está vivo o que al menos lo ha estado en los pasados días.
Sin embargo, nada demostraba que el discurso haya sido transmitido en directo por la televisión.
Saddam aseguró que los agresores de Irak "intentan hacer una guerra corta para no meterse en líos, pero nosotros la haremos larga y dura hasta que sean derrotados".
El Presidente llamó a "nuestros hermanos y queridos habitantes de Basora a tener un poco de paciencia, porque la victoria está cerca".
Saddam se dirigió a los jefes militares en el campo de batalla, a los que mencionó con sus nombres para recordarles que "los enemigos, cuando sientan que han sido derrotados por nuestras fuerzas terrestres, aumentarán los ataques aéreos y con misiles contra vosotros"
"Los frutos de vuestra paciencia serán la victoria, si Dios quiere", prometió.
También mencionó al comandante de la 51 División que defiende Basora, que ayer apareció en público pese a haberse anunciado la rendición de todos sus hombres.
Tuvo palabras de aliento para la Brigada 45, que defiende Um Qasr, "que han protagonizado feroces batallas con las fuerzas invasoras" y "han escrito páginas épicas" en la historia del país.
"Esta brigada ha izado la bandera de la yihad (guerra santa) mientras defendían Um Qasr", dijo.
"Oh iraquíes golpearles al cuello", arengó Saddam a sus compatriotas; "golpeadles fuerte" dijo en varias ocasiones dirigiéndose a "las tribus, los valientes y los ciudadanos" en general.
También advirtió a los atacantes de que "dondequiera que entren van a verse en apuros, porque están dejando el desierto tras ellos", y se quejó de que las fuerzas invasoras "vinieron a ocupar nuestro territorio pero evitan los enfrentamientos con nuestra tropa, prefiriendo los ataques aéreos y los misiles".
Sin embargo, y como quiera que esta vez "han venido con sus caras horribles" a tierra iraquí, "es la mejor oportunidad para infligirles una severa derrota", señaló Saddam.
Sobre un fondo blanco que hacía difícil distinguir de qué lugar se trataba, Saddam Hussein pronunció su discurso vestido de militar pero sin las gruesas gafas que llevaba en el discurso de hace cuatro días y sin el menor indicio de estar herido o siquiera magullado, según indicaban informaciones aparecidas en medios estadounidenses.
Fuentes del espionaje estadounidense habían filtrado en los últimos días una información de que Saddam había resultado muerto o al menos herido en los primeros ataques sobre Bagdad, y que había sido evacuado en ambulancia hacia un hospital.