DOHA.- Las tropas británicas entraron hoy en la sureña Basora, la segunda ciudad de Irak, donde se enfrentan a una "dura resistencia" de fuerzas irregulares y de la Guardia Republicana de Saddam Hussein, según el mando británico.
Este cambio en la estrategia aliada de contornear las ciudades para evitar bajas innecesarias se produce ante el temor de la ONU a una catástrofe humanitaria en esta ciudad del sur, donde un millón y medio de habitantes llevan más de dos días sin agua ni luz.
Según las fuentes militares británicas, las fuerzas iraquíes se están replegando en el interior de Basora, adonde puede llegar la primera ayuda humanitaria dentro de 48 horas.
El mando militar aliado informó también de que en la ciudad sureña de Nasiriyah se está combatiendo calle por calle y los marines estadounidenses mantienen duros enfrentamientos con la Guardia Republicana iraquí.
Según el ministro de Información iraquí, Mohamed Said Al Sahaf, las fuerzas del Partido Socialista Baath apoyadas por la población repelieron anoche a una columna de marines en las marismas cercanas a Nasiriyah, tras causarle ocho bajas mortales.
Otros tres marines fueron abatidos en la ciudad de Nasiriya y en total fueron destruidos 30 tanques y carros de transporte blindado y fueron derribados tres helicópteros, dijo Al Sahaf.
Sin embargo, el Gobierno iraquí admitió hoy por primera vez que los ataques de la coalición anglo-americana progresan en el centro del país, "en el Eufrates central".
El general Hazem Raui, portavoz de las Fuerzas Aéreas iraquíes, dijo que los atacantes logran avanzar y "sitiar algunas ciudades" gracias a su elevada tecnología y al entorno desértico.
Mientras, las fuerzas británicas afirman tener bajo control el estratégico puerto de Um Qasar, punto clave para el desembarco de equipo militar y ayuda humanitaria.
El mando central aliado asegura que sus tropas se encuentran a unos 90 kilómetros de la capital, Bagdad, que fue blanco por quinta noche consecutiva de intensos bombardeos, sobre todo en el oeste donde se encuentra el aeropuerto. Fuertes explosiones sacudieron también por la mañana la ciudad.
El jefe de las Fuerzas británicas en el Golfo Pérsico, teniente general Brian Burridge, declaró hoy que el momento de llamar a la puerta de Saddam Hussein "está llegando y se hará con fuerza", al tiempo que desmintió que fueran necesarias más tropas para ganar la guerra.
Fuentes oficiales iraquíes han negado que las tropas de la coalición estén cerca de Bagdad y consideran esa afirmación "parte de una guerra psicológica".
Según el ministerio de Información, en las últimas 24 horas han muerto en los bombardeos aliados contra las ciudades iraquíes 16 civiles y 95 han resultado heridos.
Los británicos confirmaron hoy su segunda baja en combate con la muerte anoche de un soldado en una intervención en Al Zubayr, al oeste de Basora.
Mientras, la televisión iraquí mostró imágenes de un avión espía supuestamente derribado "en las cercanías de Bagdad" esta misma mañana.
En una rueda de prensa hoy, el vicepresidente iraquí, Taha Yasín Ramadán, hizo un llamado a los países árabes para que dejen de suministrar petróleo y el uso de su espacio aéreo, marítimo y terrestre al Reino Unido y a Estados Unidos.
Ramadán rechazó la resolución de la Liga Arabe que el lunes declaró "ilegítima" la guerra y denunció a países como Jordania que han expulsado a diplomáticos iraquíes a petición de EE.UU. "La historia les juzgará", advirtió.
Por su parte el ministro iraquí de Comercio, Mohamed Mahdi Saleh, aseguró que Irak "no necesita ayuda humanitaria" y tiene recursos para al menos dos años, al tiempo que criticó a las Naciones Unidas por suspender el programa "petróleo por alimentos" durante el conflicto.
El Presidente iraní, Mohamed Jatamí, pidió hoy a todos los países del mundo que resistan contra la hegemonía de Estados Unidos.
Entretanto, el jefe de las fuerzas armadas turcas, general Hilmi Ozok, llegó hoy al área fronteriza con Irak, donde Turquía quiere desplegar tropas pese a las advertencias de la UE y EE.UU., que ha comenzado a enviar tropas de infantería ligera a la zona.
En Indonesia, miles de personas se manifestaron en todo el país contra la guerra, y en la capital coreana, Seul, otros miles protestaron ante la Asamblea Nacional contra el envío a Irak de un contingente militar no combatiente.