DIYARBAKIR.— El jefe del estado mayor de las fuerzas armadas turcas se comprometió el miércoles a coordinar con Estados Unidos antes de despachar soldados al norte de Irak, y enfatizó que no habrá despliegue militar a menos que haya una crisis de refugiados o que se vea amenazada la seguridad nacional.
El tono más moderado del general Hilmi Ozkok fue similar al del canciller Abdula Gul, quien el martes dijo a la AP que Turquía proyecta enviar sus fuerzas hasta 20 kilómetros dentro del norte de Irak sólo en caso de una emergencia.
Estados Unidos ha presionado a Turquía para que no envíe sus fuerzas al norte de Irak. Washington está preocupado de posibles ataques accidentales con las fuerzas estadounidenses y choques con los curdos iraquíes, que ya pidieron a los turcos no entrar en esa región.
"Como nuestro aliado estratégico, Estados Unidos, sigue en guerra en la región, nuestra acción será coordinada", dijo Ozkok en una reunión con la prensa en Diyarbakir, en el sudeste de Turquía.
Informó que los militares no enviarán sus tropas al norte de Irak a menos que los soldados turcos que ya estén en la región sean atacados, o si Turquía se viese enfrentada a un flujo masivo de refugiados.
"La inestabilidad derivada de un ataque a nuestras fuerzas, un flujo masivo de refugiados... un ataque de una de las fuerzas regionales a otra, o contra los civiles, son nuestras principales preocupaciones", afirmó.
"En caso de una mayor amenaza de peligro y si... nuestras fuerzas que están allí no pudiesen prevenirlo, pienso que las fuerzas armadas turcas podrían decidir enviar más fuerzas", advirtió.
Turquía ya ha emplazado a millares de soldados en el norte de Irak para luchar contra los curdos turcos rebeldes que desde Irak.
