WASHINGTON.- Los planes de EE.UU. para la reconstrucción en Irak contienen importantes "agujeros" que podrían minar sus esfuerzos en la etapa de la posguerra, asegura un informe del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) hecho público hoy.
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Una vez ganada la guerra, Washington y sus aliados afrontarán los retos relacionados con la reconstrucción de Irak, la entrega de ayuda humanitaria y la reparación de las relaciones internacionales tras los fallidos esfuerzos diplomáticos en la ONU, según el centro de estudios.
Entre los retos analizados, el informe del CSIS señaló que las fuerzas armadas de EE.UU. carecen de capacitación adecuada para las labores de "estabilización" y aún hay interrogantes sobre la protección de los campos de petróleo y la seguridad fronteriza.
En cuanto a la formación de un gobierno interino, el análisis destaca la "confusión" sobre quién mandará en Irak cuando Sadam Husein desaparezca del mapa político -si militares o civiles- y la ausencia de un calendario para la puesta en marcha de una administración civil.
El CSIS también dio calificaciones mixtas a los esfuerzos por establecer un nuevo orden jurídico en Irak, el levantamiento de las sanciones económicas y la reestructuración de su deuda externa de 383.000 millones de dólares, entre otros asuntos.
Además, el proceso de reconstrucción y democratización tendrá que tomar en cuenta el recelo y las percepciones que se tienen de Estados Unidos en el mundo árabe, que critica su "doble discurso... su agresividad y unilateralismo", dijo el analista John Alterman, durante el foro del CSIS.
No obstante, el escollo principal será el apoyo de la comunidad internacional.
"La pregunta crucial es qué tendremos que hacer en el frente diplomático para lograr ese apoyo, porque fallamos totalmente en el preludio a la guerra y ahora estamos viendo las repercusiones en el frente humanitario y para la fase de reconstrucción", dijo a la agencia EFE Bathsheba Crocker, autora del informe.
"Será importantísimo remendar nuestras relaciones para llegar al punto en el que estemos de nuevo unidos con nuestros aliados", agregó. "No podremos hacerlo todo solos, necesitaremos la ayuda de una coalición en la posguerra".
El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el Primer Ministro británico, Tony Blair, analizarán precisamente el papel que deberá jugar Naciones Unidas en Irak después de la era Hussein y en los esfuerzos de reconstrucción.
Blair considera que el organismo internacional es de vital importancia para atajar la crisis humanitaria en Irak y aseguró que tanto EE.UU. como el Reino Unido comparten esa visión.
Por otra parte, en un encuentro con la prensa extranjera, el administrador de la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), Andrew Natsios, informó de que Japón ha ofrecido 112,5 millones de dólares en ayuda humanitaria y esfuerzos internacionales de reconstrucción en Irak.
Natsios indicó que el Gobierno de Kuwait ha comenzado hoy el envío de siete camiones con suministros de ayuda humanitaria a través de su frontera con Irak.
Cada camión lleva unas 25 toneladas de comestibles, que serán distribuidos por las fuerzas aliadas.
El funcionario afirmó que los 2.400 millones de dólares adjudicados para los esfuerzos humanitarios y de reconstrucción -dentro del plan de gastos suplementarios para la guerra- son una cifra sin precedentes y "probablemente sólo comparables con el Plan Marshall" para Europa tras la Segunda Guerra Mundial.