WASHINGTON.- El Senado norteamericano propinó un revés a los planes internos del Presidente George W. Bush este miércoles, al aprobar un presupuesto de 2,2 billones de dólares con una reducción impositiva de 350.000 millones, menos de la mitad de la que pedía el gobierno.
Bush pidió un recorte de 726.000 millones de dólares a realizar gradualmente hasta el 2013 para reanimar la economía.
El Senado, controlado por el oficialismo republicano, aprobó finalmente el presupuesto por 56 votos a 44, pero eso sucedió después de que republicanos moderados votaran con los demócratas para derrotar un intento de último momento de agregar 67.000 dólares a la reducción impositiva.
La cifra definitiva de reducción de impuestos saldrá de las negociaciones entre representantes de las dos cámaras sobre un marco general de recaudaciones y gastos. La Cámara de Representantes, también con mayoría oficialista, aprobó la semana pasada un presupuesto que incluye la reducción pedida por Bush, y los republicanos sin duda tratarán que la cifra final sea lo más alta posible.
Con todo, la votación en el Senado significó un indudable revés para Bush, ya que se trata de uno de los pilares de su política interior. Además pone de relieve los límites de la capacidad de Bush para conseguir que el Congreso respalde su política interior, incluso cuando la guerra con Irak mantiene alto su nivel de popularidad.
El Congreso aborda ahora el pedido de Bush de 74.700 millones de dólares para pagar la guerra en Irak y otros costos de la guerra antiterrorista en el país y el exterior. Miembros de ambos partidos han dicho que la preocupación por el costo de la guerra —y el papel de Estados Unidos en el Irak de posguerra— restó apoyo al plan impositivo de Bush.
