NACIONES UNIDAS.— Naciones árabes y No Alineadas demandaron el miércoles el fin de la guerra contra Irak y pidieron al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que rompa su silencio y encuentre la forma de retornar a los métodos pacíficos para el desarme del presidente iraquí Saddam Hussein.
La posición fue planteada en la primera reunión abierta del Consejo de Seguridad para permitir que cada uno de los 191 estados miembros exprese sus puntos de vista sobre la campaña militar que empezó la semana pasada. La reunión continuará el jueves debido a que 80 naciones pidieron hablar.
El secretario general Kofi Annan abrió la reunión lamentando el fracaso de los esfuerzos para evitar la guerra. Dijo que las partes deben ahora asegurar la protección de civiles, de los heridos y los prisioneros de guerra, así como de la apropiada distribución de la vital ayuda humanitaria.
"La incapacidad del Consejo de fijar un temprano curso de acción colectiva significa una carga todavía mayor en ustedes", dijo al inicio de la sesión que duró cinco horas.
"Todos deseamos el fin de esta guerra lo antes posible", agregó. "Pero, mientras continúe es esencial que se haga todo para proteger a la población civil, a los heridos y prisioneros de guerra de ambas partes, y llevar ayuda a las víctimas".
El grupo de 22 miembros de naciones árabes y el Movimiento No Alineado, que representa a 115 países mayormente en desarrollo, habían pedido la reunión para hablar sobre la acción militar.
Pero, no presentaron un proyecto de resolución demandando el fin de los combates y retiro de todas las fuerzas extranjeras, aparentemente ante la preocupación de que no recibiría el apoyo necesario para su aprobación.
"Esta guerra no debió haber empezado en primer lugar, por consiguiente debería terminar inmediatamente", dijo el embajador de Malasia Rastam Mohamed Isa, cuyo país preside a los no alineados.
"Permítannos retornar al Consejo de Seguridad para encontrar una solución a este tema complejo".
Representantes de Venezuela, Brasil, Irán, Libia, Jamaica, Vietnam y otros países también pidieron un cese de hostilidades.
En el otro bando, Polonia, Corea del Sur, Singapur, Australia y Japón ofrecieron su apoyo a Estados Unidos.
"Si Irak se está enfrentando hoy a las serias consecuencias... no tiene a nadie a quien culpar sino a ellos mismos, por no haber aprovechado las oportunidades que se le dieron", dijo el embajador surcoreano Sun Joun-yung.
Antes de la reunión, Annan se entrevistó con representantes de las agencias de la ONU involucradas en tareas de ayuda, para conseguir 2.000 millones de dólares en ayuda para Irak.