WASHINGTON.- El Ejército estadounidense proyecta elevar de 90 mil a 210 mil el número de hombres que tiene en Irak.
Fuentes del Pentágono dijeron que el próximo mes entrarán en acción 120 mil soldados que se encuentran listos para el combate.
El aumento de los efectivos, agregaron, es parte de un plan de guerra ya previsto con anterioridad.
Entre los refuerzos figuran la Cuarta División de Infanteria de Texas, la Primera División Blindada, con base en Alemania, y el Segundo Regimiento de Caballería de Colorado, cuyos contingentes se sumarán a los 90 mil que ya se encuentran en territorio iraquí.
El Secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, negó el jueves que el Pentágono haya cambiado su plan de guerra y que esté aumentando precipitadamente las fuerzas para cubrir lo que los críticos califican de gran escasez de tanques y soldados para derrotar a la Guardia Republicana, la fuerza de élite de Irak, y a paramilitares leales a Hussein.
"Este es un buen plan que ha sido diseñado de tal manera que las fuerzas continúen fluyendo en un período sostenido", dijo Rumsfeld a los periodistas después de una audiencia en el Senado.
"Cada día, el número de las fuerzas de coalición en Irak está aumentando en mil, dos mil o tres mil personas y este plan va a continuar haciendo eso y tenemos gran cantidad de fuerzas en camino", agregó.
Rumsfeld y los altos mandos militares de Estados Unidos también defendieron los planes de guerra en Irak a comienzos de esta semana, entre las críticas de muchos expertos que cuestionan el tamaño y la fortaleza de la fuerza invasora que se está utilizando.
El general de la Fuerza Aérea, Richard Myers, jefe del Estado Mayor Conjunto, calificó la estrategia estadounidense de "plan brillante" que ha llevado a las tropas invasoras a más de 320 kilómetros en territorio iraquí, a las puertas de Bagdad, tras una semana de fuertes enfrentamientos.
Sin embargo, varios analistas dijeron a Reuters que líderes militares estadounidenses podrían haberse equivocado en utilizar una fuerza invasora demasiado pequeña y no trasladar suficiente armamento blindado, dejando tropas decisivas en el país.
Asimismo, cuestionaron porqué las tropas terrestres se apresuraron en ingresar a Irak, sin esperar que el poder aéreo británico-estadounidense golpeara primero de manera abrumadora los objetivos militares iraquíes.
También cuestionan porqué los funcionarios del Pentágono asumieron que los militares iraquíes se rendirían en masa y porqué no fue insertada en el norte de Irak una fuerza considerable.