UMN QASR.- "Bienvenidos al nuevo terminal de los marines estadounidenses en Irak", reza un cartel escrito a mano a la entrada del puerto de Umm Qasr, la única salida iraquí hacia el Golfo Pérsico, donde los militares norteamericanos ejercen un total control desde hace una semana.
En menos de siete días, los marines han "limpiado el lugar de sujetos indeseables y de las minas" escondidas por los iraquíes en lugares insospechados como redes de pescadores, bidones vacíos que flotan en el mar o en los almacenes del puerto.
"Si vemos la talla de este lugar, creo que es una gran victoria", afirmó el capitán de la marina estadounidense Michael Tillotson.
En los últimos días, el descubrimiento de dos minas en el mar retrasó en más de 24 horas la llegada al puerto de Umm Qasr del "Sir Galahad", barco británico que finalmente atracó este viernes por la tarde cargando 500 toneladas de alimentos y productos de primera necesidad.
Este será el primero de muchos barcos que llegarán al puerto de Umm Qasr, por donde debe entrar el 60% de la ayuda humanitaria a la región.
Además de ser el punto de entrada de la ayuda humanitaria, es también el punto de salida vía fluvial de su petróleo. Por todo ello, los marines estadounidenses tienen claro la importancia estratégica de mantener el control de la estación portuaria y no parecen dispuestos a marcharse.
En los edificios administrativos del puerto, los militares han instalado un verdadero campamento. Han construido duchas, baños, tiendas enormes que hacen las veces de comedor o de dormitorio.
El despacho del antiguo director ha sido completamente desvalijado: los archivos se llenan de polvo en el suelo, los cristales de las ventanas están rotos y los cuadros con motivos de Irak o retratos de Saddam Hussein han sido descolgados.
"Una cruz negra en la puerta significa que ya no hay sujetos indeseables, una cruz roja significa que el lugar está libre de explosivos, minas u otros artefactos", explicó Tillotson, nuevo responsable del puerto.
Además de controlar la llegada de ayuda humanitaria, los marines también controlan cada barco que surca las aguas del canal de Khowr Abd Allah, que finaliza en el puerto de la ciudad.
El principal miedo es que depositen minas en el mar, disparen o realicen contrabando de mercancías prohibidas, como petróleo, controlado por la ONU tras el embargo impuesto a Irak desde 1991.
Desde que comenzó la ofensiva estadounidense en Irak, el programa "petróleo por alimentos", la única forma de comercializar el petróleo iraquí una vez impuestas las sanciones internacionales, fue suspendido.
El volumen de petróleo exportado por Irak bajo supervisión de la ONU cayó de 12,7 millones de barriles (mb) la semana antepasada a 3,1 mb la terminada el 23 de marzo.
Por último, numerosos pozos de petróleo del sur de Irak fueron saboteados por las propias autoridades de Bagdad que les prendieron fuego desde que comenzó la ofensiva.