BUENOS AIRES.- El Presidente argentino Eduardo Duhalde firmó el viernes el decreto que libera en forma gradual los depósitos atrapados en el "corralón" bancario dispuesto en febrero de 2002 para frenar una fuga de fondos.
"El Presidente firmó el decreto hace 15 minutos y ahora está a la firma del resto de los ministros. A partir del martes (el lunes es feriado en Argentina) tendrá efecto", dijo a la agencia AP un portavoz de la presidencia.
"Por supuesto la compensación a los bancos sigue siendo un tema del Congreso", agregó.
De esta manera el mandatario dio curso al plan de liberación de fondos presentado el jueves por el ministro de Economía Roberto Lavagna.
Los depósitos serán liberados totalmente en 120 días a través de un plan en tres fases que comenzará por los depósitos de hasta 42.000 pesos (unos 14.500 dólares).
Los depósitos originalmente pactados en dólares serán devueltos a una tasa de cambio de 1,40 peso por dólar más una tasa que se calcula sobre la inflación, que en todo 2002 superó el 40%.
Eso significa que por cada dólar los ahorristas recibirán algo más de dos pesos, por tanto para compensar la diferencia entre esa cantidad y el precio del dólar libre -que al mediodía del viernes cotizaba en torno de los tres pesos- el Estado emitirá un bono con vencimiento en 2013.
Por su parte, los depósitos de entre 42.000 y 100.000 pesos (34.600 dólares) se cobrarán en 90 días y los de más de 100.000 en un plazo de 120 días. En ambos casos se entregará el efectivo en pesos más el bono público.
A través de esta medida quedará libre el 20% del total de los depósitos que habían sido inmovilizados por el Estado, el equivalente a unos 4.800 millones de dólares.
El otro 80% ya había sido liberado mediante distintos planes que lanzó el gobierno para canjear los fondos bancarios por bonos públicos y liberar las cuentas a la vista.
Sólo resta que el Congreso defina el mecanismo para compensar a los bancos por la conversión automática a pesos de todos los créditos pactados originalmente en dólares, y por los amparos judiciales favorables a los ahorristas que les permiten retirar su dinero en efectivo y en dólares a valor de mercado.
Este es un nuevo paso hacia la reestructuración del sistema financiero, uno de los compromisos que asumió el gobierno cuando en enero firmó un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para posponer el pago de sus vencimientos de deuda.