Washington.- Unidades especiales estadounidenses están desplegadas en distintos puntos de Irak con la misión de asesinar a miembros del entorno de Sadam Husein, líderes del partido Baaz y mandos de la Guardia Republicana, según The Washington Post.
El diario, que cita a fuentes oficiales, informa en su edición de hoy de que estas unidades, pertenecientes a la CIA y al grupo de operaciones especiales del Ejército, actúan desde hace una semana en Irak y ya han matado a "un puñado" de dirigentes iraquíes.
Las unidades están integradas principalmente por francotiradores y expertos en explosivos, que han desarrollado una intensa actividad a medida que las tropas de EEUU avanzaban en su invasión de Irak.
Según las fuentes, la operación se enmarcaría en el plan de Washington para tratar de "decapitar" al régimen de Sadam Husein con el objetivo de acelerar el desmoronamiento del Gobierno iraquí.
En las horas iniciales de la "Operación Libertad Iraquí", puesta en marcha hace nueve días, uno de los primeros misiles de crucero "Tomahawk" lanzados contra Bagdad tuvo como objetivo al propio líder iraquí, que, según fuentes estadounidenses, pudo resultar herido.
The Washington Post asegura que el director de la CIA, George Tenet, informó al presidente de EEUU, George W. Bush, de que había constancia de que Sadam y sus dos hijos, Qusai y Udai, estaban durmiendo en uno de los edificios gubernamentales atacados.
Las fuentes citadas aseguran que no todas las explosiones habidas en Bagdad fueron originadas por misiles de crucero, sino que en algunos casos se trató de bombas colocadas por estas unidades.
Según el rotativo capitalino, estas unidades han recibido crecientes presiones en los últimos días para que sean eficaces y contribuyan a descabezar al régimen de Bagdad, en un momento en el que la resistencia iraquí en el campo de batalla parece no ceder.
Los hombres de la CIA y de los grupos especiales, añade The Washington Post, también están trabajando para organizar el levantamiento de grupos iraquíes contrarios a Sadam, localizar arsenales de destrucción masiva e interrogar a prisioneros.
Es la primera vez desde finales de los años 70, cuando el presidente Gerald Ford prohibió los "asesinatos selectivos", que la CIA tiene autorización oficial para realizar este tipo de acciones.
Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, que mataron a más de 3.000 personas en Nueva York, Washington y Pensilvania, el presidente Bush autorizó a la CIA a llevarlas a cabo.
