WASHINGTON.- El balance de soldados estadounidenses muertos desde el inicio de la ofensiva americano-británica contra Irak ascendió a 34, mientras Estados Unidos se prepara para una guerra más prolongada de lo esperado.
El Pentágono anunció que fueron hallados los restos de uno de los Marines que figuraba en una lista de desaparecido.
Cuatro soldados de la 3ª división de infantería murieron cuando el chofer de un taxi hizo estallar una bomba en un retén del ejército estadounidense cerca de la norteña ciudad iraquí de Najaf, informó el capitán Andrew Valles.
Según la televisión estatal iraquí, el autor del atentado suicida es un oficial del ejército iraquí que quería dar "una lección" a las tropas estadounidenses.
Además, 15 militares están desaparecidos, 104 soldados norteamericanos fueron heridos en acción y siete han sido reportados como prisioneros de guerra desde el inicio de la ofensiva contra Irak el 20 de marzo pasado.
Antes del atentado, las bajas mortales estadounidenses sumaban 29 desde la invasión de Irak que comenzó el 20 de marzo, según un balance del Pentágono difundido este sábado. De ese total, 21 soldados murieron en combate.
Los más influyentes diarios norteamericanos señalaron este sábado que el gobierno del presidente George W. Bush fue demasiado optimista en prever una guerra corta en Irak.
En un análisis de este sábado titulado "El tono alegre terminó con la guerra", The Washington Post señaló que antes del inicio de la invasión el 20 de marzo, Bush guardo un gran silencio sobre el costo, duración y peligros de la guerra, pero altos funcionarios de su gobierno desataron una avalancha de pronósticos optimistas.
Principalmente, el vicepresidente Dick Cheney predijo que el conflicto duraría "semanas más que meses", lo que se convirtió en una frase que ha sido repetida por otros altos funcionarios.
"Los planes militares predijeron confiados una ruta rápida, las tropas iraquíes podrían rendirse de inmediato, el gobierno de Saddam colapsaría y el pueblo iraquí aplaudiría a los libertadores", recapituló USA Today sobre el pronóstico gubernamental, en un editorial publicado el viernes.
El diario The New York Times dijo que los funcionarios de la administración están "a la defensiva sobre si la guerra se desarrolla tan rápida y expeditamente como ellos los esperaban".
Bush y sus colaboradores de alto rango defendieron enérgicamente el viernes su estrategia de guerra después de que un comandante estadounidense en el campo de batalla diera un deprimido informe sobre el desarrollo de los combates.
"El enemigo combate de manera diferente a lo que previmos en nuestros planes de guerra", afirmó el general William Wallace, según declaraciones publicadas por el diario The Washington Post el viernes.
Por su lado, el presidente George W. Bush dijo el sábado en su mensaje radial que los combates en Irak son "feroces" y no sabe cuánto durarán, pero que el régimen del presidente Saddam Husein ahora controla sólo "una pequeña porción" del país.
"Estamos peleando ahora contra las más desesperadas unidades del ejército del dictador. Los combates son feroces y no sabemos su duración, no obstante sabemos el resultado de esa batalla: el régimen iraquí será desarmado y retirado del poder. Irak será libre", dijo Bush tras precisar que las tropas estadounidenses y de la coalición "están a menos de 50 millas (75 kilómetros) de Bagdad".
Casi tres de cada cuatro estadounidenses apoyan la guerra en Irak, y se preparan para un conflicto más sangriento y largo de lo previsto, según una encuesta publicada este sábado.
A pesar de la sorpresiva resistencia que han ofrecido los iraquíes, el 74% de los entrevistados apoya la decisión de ir a la guerra, según un sondeo del diario The Washington Post-ABC News realizado en la noche del pasado jueves.