PARÍS.- La Consejera de Seguridad Nacional estadounidense, Condoleeza Rice, calificó de "dura y peligrosa" la guerra para desarmar a Irak e instó a la comunidad internacional a "unirse" para hacer frente a "las amenazas de nuestra época".
En un articulo, que publica mañana, domingo, el semanario "Le Journal du Dimanche", Rice subrayó que la coalición "fuerte, amplía y diversa" de "cincuenta naciones" contra el régimen iraquí está "resuelta" a eliminar todas "sus armas letales, destructoras e ilícitas".
El objetivo "común" de esa coalición que, "para poner las cosas en perspectiva" cuenta con 1.230 millones de ciudadanos y tiene un producto interior bruto (PIB) de unos 22 billones de dólares, es "la seguridad de nuestra población", afirmó Rice.
Pero, el "hecho crucial" es que todos los países de esa coalición "están decididos a hacer frente a la amenaza más grave de nuestro tiempo: la conjunción de regímenes fuera de la ley, las armas de destrucción masiva y el terrorismo".
A medida que la guerra "más general" contra el terrorismo y la lucha contra la proliferación de armas químicas, biológicas y nucleares continúe, todas las naciones deberán, "más que nunca unirse para hacer frente a las amenazas de nuestra época", subrayó la consejera de seguridad de Bush.
Al igual que al final de la Segunda Guerra Mundial y de la guerra fría, los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos han sido "uno de esos seísmos relativamente raros que provocan movimientos tectónicos duraderos en política internacional", dijo.
Esos movimientos "ponen a prueba (...) alianzas antiguas y venerables instituciones", según Rice, quien se mostró convencida de que la "comunidad internacional es capaz de afrontar ese desafío como lo ha hecho en el pasado".
Mantuvo que la coalición actual para desarmar Irak "muestra el camino" a seguir.
Rice afirmó que, "juntos, estamos determinados a hacer todo lo que esté en nuestro poder para impedir a Sadam Husein o a los terroristas que utilicen sus armas que repitan el 11 de septiembre a una mayor escala".
Se felicitó de que "los miembros de la actual coalición no hayan dado marcha atrás ante la acción y colaboren en la guerra mediante el aprovisionamiento de personal, servicios y material, según sus medios o su experiencia".
Así, destacó que la primera división blindada del Ejército británico combate contra las unidades iraquíes en el sureste de Irak, controla los campos petrolíferos de sur y la ciudad portuaria de Oum Qasr, de "una importancia vital, pues las toneladas de ayuda humanitaria (destinada al pueblo iraquí) van a entrar por ahí". La marina australiana suministra apoyo a la coalición en el sur de Irak y se encarga de desminar el puerto de Oum Qasr.
Las fuerzas especiales polacas han tomado posiciones en una plataforma petrolera iraquí en el Golfo, mientras que un submarino danés vigila los servicios de información iraquí para "alertarnos en tiempo útil" y las fuerzas especiales checas y eslovacas especialistas en armas químicas y biológicas están en Kuwait dispuestas "a reaccionar ante un eventual ataque iraquí".
El resto de países de la coalición aportan material, apoyo logístico, información, bases y su espacio aéreo, ayuda humanitaria y de reconstrucción para "ayudar a ganar esta guerra unos esfuerzos que apreciamos", añadió Rice.
El papel de "numerosos miembros de la coalición aumentará en importancia" a medida que la situación evolucione sobre el terreno.