WASHINGTON.- El secretario de Defensa de EE.UU., Donald Rumsfeld, ha vuelto a ser objeto de las críticas de los militares del Pentágono, que le acusan de haber lanzado la guerra con un número de tropas muy inferior al solicitado, informó hoy el diario The Washington Post.
El periódico publica hoy varios artículos acerca de las diferencias entre el mando civil del Pentágono y los jefes militares, quienes creen que hay que "re-empezar la guerra" ante la fuerte resistencia iraquí.
Los responsables del Pentágono han tenido que revisar los planes, visto que el régimen iraquí no se ha derrumbado rápidamente, y emprender una campaña que puede durar meses, lo que amenaza el objetivo de la Casa Blanca de lograr una victoria rápida en varias semanas.
El diario ha consultado con más de una docena de oficiales superiores del Pentágono, quienes coinciden en que fue Rumsfeld quien modificó los planes para lanzar una guerra relámpago con un número reducido de tropas.
Un oficial que pidió no ser nombrado señaló que la oficina de Rumsfeld interfirió de forma sistemática en el proceso de traslado de fuerzas, no sólo de combate, sino de apoyo, lo que se ha traducido en escasez de tropas y en problemas de avituallamiento.
El general retirado Barry McCaffrey, quien comandó una división en la Guerra del Golfo de 1991 y estuvo en contacto con la planificación para esta campaña, señaló al periódico que Rumsfeld "quería una explicación" por cada unidad solicitada, incluso si era una compañía de mantenimiento de 42 soldados.
"El balance final es que había una falta de confianza en si los generales sabían lo que hacían", añadió McCaffrey.
Sin embargo, colaboradores directos del secretario de Defensa dijeron que los planes militares iniciales eran "desastrosos", pues preveían un enorme despliegue típico de la Guerra Fría.
El Pentágono está enviando numerosos refuerzos, entre ellos dos divisiones pesadas, y afirma que es parte del plan inicial de incrementar el nivel de fuerzas incluso después del inicio de las operaciones.
Sin embargo, los militares que hablaron con el Post insistieron en que EEUU habría tenido ahora mismo en Irak muchas más tropas, en concreto tres divisiones pesadas, si no hubiera sido por la interferencia de Rumsfeld.