EN EL CENTRO-SUR DE IRAK.— Las fuerzas estadounidenses libraron el lunes intensos combates callejeros contra los defensores iraquíes a menos de 80 kilómetros de Bagdad, en preparación de su marcha sobre esa capital.
Los efectivos del ejército mataron a tiros a siete personas —mujeres y niños—, luego que una camioneta en la que viajaban no se detuvo en un retén, dijeron los oficiales.
Al amanecer, las tropas y tanques estadounidenses recibieron fuego de armas cortas y lanzagranadas por parte de los defensores de la Guardia Republicana en la ciudad de Hindiya, un cruce clave en el Río Eufrates. Otras unidades peleaban para aislar a Najaf, una ciudad al sur, y para evitar ataques contra las líneas de suministro estadounidenses.
"Hay maniobras para tratar de destruir esas divisiones que se interponen en nuestro camino" hacia Bagdad, explicó en el Pentágono el mayor general Stanley McChrystal. Añadió que más de 3.000 bombas "de precisión" fueron arrojadas sobre Irak en los últimos días, más de la tercera parte de las 8.000 empleadas en toda la guerra.
En el norte de Irak, los comandantes dijeron que el ataque contra un complejo controlado por un grupo islámico iraquí permitió a las fuerzas de intervención apoderarse de una lista de presuntos milicianos que residen en Estados Unidos.
Además, hubo intensos bombardeos durante el día, desde las áreas cercanas a los yacimientos petroleros del norte hasta el centro de Bagdad y las supuestas posiciones defensivas de la Guardia Republicana al sur de la capital, según diversos informes.
En el décimotercer día de la ofensiva, lo oficiales británicos afirmaron que 8.000 iraquíes han sido tomados prisioneros hasta ahora.
Sin embargo, el canciller iraquí dijo desafiante que las fuerzas invasoras tienen sólo dos opciones: la muerte o la rendición. "Diariamente Estados Unidos y Gran Bretaña se hunden más en el fango de la derrota", dijo Naji Sabri.
La televisión iraquí transmitió imágenes del Presidente Saddam Hussein, acompañado de sus hijos Odai y Qusai, aunque no había forma de determinar cuándo fue grabado el vídeo.
Por su parte, el Presidente estadounidense, George W. Bush, advirtió que el líder iraquí "podría tratar de llevar el terror a nuestras tierras". Estados Unidos emprende acciones para prevenir tales amenazas, afirmó Bush, quien insistió en que su país saldrá victorioso.
"Cada día nos acercamos a Bagdad. Cada día nos aproximamos a la victoria", dijo Bush durante un acto en Filadelfia.
La muerte de los civiles iraquíes sobrevino cuando los guardias del ejército abrieron fuego en un retén cerca de Najaf, la misma zona donde cuatro soldados de la misma unidad perecieron el fin de semana, por un atentado con coche-bomba, dijeron los oficiales.
Esta vez, los guardias del ejército dispararon al aire cuando el vehículo, que transportaba a 13 personas, no se detuvo ante el retén. Los oficiales dijeron que los soldados dispararon luego al motor de la camioneta, que continuó su marcha.
Otros dos civiles resultaron heridos y cuatro salieron ilesos durante el tiroteo, que es investigado por los militares.
"Ante los recientes atentados terroristas del régimen iraquí, los soldados mostraron una cautela considerable para evitar la pérdida innecesaria de vidas", afirmó en un comunicado el Mando Central estadounidense.
El saldo oficial de bajas estadounidenses se mantuvo en 44. Hay además siete prisioneros y 16 desaparecidos. Veintisiete efectivos británicos estaban en la lista de fallecidos.
No hay cálculos oficiales sobre las víctimas iraquíes, aunque algunos oficiales han dicho que hasta unos 4.000 civiles han resultado muertos o heridos.
La televisora árabe Al-Jazeera informó que cuatro niños murieron el lunes, cuando un misil-crucero destruyó cinco casas en el vecindario pobre de Al-Amin, cerca de Bagdad.
Algunos desertores iraquíes han descrito las condiciones atroces de vida en el país, y no sólo a causa de los bombardeos.
Uno, quien solicitó no ser identificado, dijo que los agentes del gobernante Partido Baath intentaron matar a tiros a los desertores. "Sin embargo, decidimos que la opción era morir por una bomba estadounidense o ser asesinados por nuestra propia gente", añadió el desertor, en la población curda septentrional de Kalak.
Por lo menos 35 iraquíes murieron y decenas más, identificados como miembros de la Guardia Republicana, fueron capturados, dijeron los oficiales estadounidenses.
Los cazas de Estados Unidos y Gran Bretaña siguieron bombardeando el país. Miles de explosiones iluminaron el horizonte de Bagdad después del anochecer, y una columna de humo salía del complejo del Antiguo Palacio presidencial. La televisión iraquí salió del aire unas horas, debido a los bombardeos y casi toda la capital se ha quedado sin servicio telefónico.
Los oficiales en Biyare, en el norte, dijeron que el ataque contra un complejo controlado por Ansar al-Islam encontró documentos, discos de computadora y otros materiales pertenecientes a combatientes árabes del Medio Oriente.
Durante algún tiempo, el gobierno estadounidense ha señalado que el grupo con sede en Irak está vinculado con la red terrorista al-Qaeda. Sin embargo, no había evidencias al respecto.
McChrystal dijo que una semana de intensos bombardeos ha causado "un debilitamiento muy significativo de las fuerzas" que protegen Bagdad. Añadió que algunas unidades de la Guardia Republicana han modificado sus posiciones para reforzar a las más diezmadas.
Además de las 8.000 bombas "de precisión", el funcionario dijo que 700 misiles de tierra Tomahawk han sido disparados contra blancos iraquíes desde que comenzó la guerra.
Buena parte de los combates del lunes ocurrió al sur de Bagdad, donde las fuerzas estadounidenses se concentran para su avance sobre la capital.
Al amanecer, las tropas combatieron en Hindiya, una ciudad de 80.000 habitantes. Los iraquíes trataron de impedir que una columna de tanques y vehículos Bradley de combate tomara el control de un puente sobre el Eufrates.
"Esto debe haber sido importante para ellos, ya que enviaron a una brigada de la Guardia Republicana", opinó el coronel David Perkins, cuyas tropas enfrentaron a efectivos que portaban las insignias de las unidades de elite de Hussein.
Dentro de la ciudad, los soldados estadounidenenal.
En las oficinas del Partido Baath, los efectivos descubrieron un arsenal más grande, conformado por toneladas de municiones y cientos de armas, incluidas varias cajas de granadas estadounidenses que tenían impreso el texto: "Propiedad del Ministerio de la Defensa de Jordania".
Algunos mapas encontrados mostraban las posiciones iraquíes y la ruta que Bagdad espera siga el ataque estadounidense.
La 1ra y la 2.a brigada de la División Aerotransportada 101 combatió para aislar Najaf, una ciudad santa chiíta. Las fuerzas iraquíes atacaron con morteros y armas cortas, mientras que el mayor Carl Purvis, portavoz del ejército, dijo que sus tropas estaban listas para combatir en cada casa.
"Están entrenadas y dispuestas a hacer eso si es necesario", advirtió.
En Washington, el Departamento de Estado informó que su titular Colin Powell viajará el martes a Turquía y Bélgica para sostener conversaciones sobre la guerra y la reconstrucción posterior de Irak.