CONYERS, EE.UU..- Cuando el soldado colombiano Diego Fernando Rincón escribió desde Irak la que sería su última carta a su familia, se despidió de una forma tan apasionada, especialmente de su madre, que parecía presagiar el destino que tendría 40 días más tarde.
"Madre será la última palabra que yo diga. Tu rostro será la última imagen que vean mis ojos. No intento asustarte, pero es la realidad", reza la carta fechada el 22 de febrero y recibida el 22 de marzo, según dijo su familia.
Rincón servía en el ejército estadounidense y falleció el 29 de marzo cuando su patrulla fue blanco de un ataque suicida en Irak.
Su familia salió de Colombia en 1989, huyendo de los actos terroristas, incluidos los ataques con carros bomba, que han dejado centenares de víctimas en los últimos 20 años. Pero en una ironía del destino, un ataque suicida de ese tipo fue lo que terminó costándole la vida en Irak.
En Conyers, el poblado de 10.000 habitantes a unos 50 kilómetros al este de Atlanta donde reside la familia Rincón, cintas amarillas en honor a Diego Fernando adornaban todos los buzones de correo, y su vehículo Mustang de color amarillo fue cubierto con banderas estadounidenses.
Su novia, Catherine Montemayor, preparaba un video para recordar a Rincón, que será exhibido el viernes en la escuela secundaria Salem, de donde él egresó en el 2001.
Amigos señalan que al prepararse para actuar en la obra teatral "A Piece of my Heart", Rincón aprendió la importancia de servir a su país en las fuerzas armadas.
En la escuela secundaria Salem, los estudiantes recibieron la noticia de su muerte a través de los altavoces después de recitar el Juramento de Fidelidad.
"¿Cómo lo expresas en palabras? Se nos hizo un nudo en la garganta. Son noticias muy malas", dijo Joe Bryan, profesor de inglés y de producción de video.
Rincón murió cuando un taxista se dirigió a un punto de control al norte de la ciudad iraquí Najaf e hizo detonar una bomba. En ese incidente también fallecieron el sargento Eugene Williams, de 24 años; el cabo Michael E. Curtin, de 23, y Michael Russell Creighton Weldon, de 20 años.
Los cuatro pertenecían a la Primera Brigada del Ejército, Tercera División de Infantería.
"Mi hijo Diego era un hombre muy valiente, y todos estamos muy orgullosos de él", dijo el padre de Rincón, George, a los reporteros a las puertas de su casa.
Rincón, quien se naturalizó estadounidense tras llegar a este país a los cinco años de edad, quería servir a su patria adoptiva y ayudar a vengar los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001.
"Quería venir a Colombia después de la guerra, para conocer la parte buena del país, porque la mala se la contaban por televisión", dijo con voz entrecortada a la AP Luis Rincón Rojas, tío de Diego y alcalde de la población de Mosquera, a unos 30 kilómetros al oeste de Bogotá.
Rincón nunca regresó a Colombia desde que partió en 1989, pero sus parientes le enviaban videos, señaló su tío. Rincón nació en la población de Funza, cerca de Bogotá, pero gran parte de su familia reside en Mosquera.