WASHINGTON.- El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, se distanció hoy del plan militar de EE.UU. en Irak, pese a considerarlo "excelente’’, y expresó sus dudas sobre la suerte del líder iraquí, Saddam Hussein, tras el primer ataque contra Bagdad.
En una agitada conferencia de prensa, en la que Rumsfeld estuvo a a la defensiva, el jefe del Pentágono respondió a las críticas que ha recibido en los últimos días la estrategia bélica en Irak afirmando que "el plan es excelente, pero no fue mi plan".
"Fue el plan del general Tommy Franks (jefe de la operación en Irak) por mucho que la prensa me lo atribuya", dijo Rumsfeld en una comparecencia de prensa, que dejó en evidencia la tensión que se vive en el Pentágono por la incierta marcha del conflicto en Irak.
El secretario de Defensa afirmó que "a pesar de que soy el jefe, no soy la persona que diseña los planes de guerra", y explicó que cuando se planteó una posible intervención en Irak se pidió al general Franks que "sacara una estrategia de la estantería".
Según Rumsfeld, ese plan se estudió y se constató que "no recogía las lecciones de la intervención en Afganistán, no reflejaba la actual situación en Irak y no tenía en cuenta las capacidades de EE.UU. en términos de cambiar de bombas tontas a bombas de precisión".
Por esta razón, añadió, se encargó al general Franks una nueva estrategia, que fue posteriormente estudiada y modificada por jefes militares y el Consejo de Seguridad Nacional "hasta en última instancia tener un plan que creemos que es un plan excelente".
"Así que nadie debería salir con la idea de que yo o cualquier otra persona se distancia del plan. Yo no lo estoy haciendo", afirmó Rumsfeld.
En los últimos días, y ante la inesperada resistencia de las tropas iraquíes, se han sucedido las críticas a la estrategia de EE.UU. en Irak, tanto en medios de comunicación y en importantes círculos militares y políticos del país.
La polémica comenzó la semana pasada cuando el general William Wallace, jefe del Quinto Cuerpo de Ejército, criticó que los estrategas militares no tuvieran en cuenta que los iraquíes podrían plantear una guerra de guerrillas para frenar la invasión.
A esas declaraciones de Wallace se sumaron en las últimas horas las de varios cargos del Pentágono no identificados, entre ellas las de un coronel que dijo al diario "The New York Times" que Rumsfeld "quería en Irak una guerra barata, y eso es lo que ha conseguido".
Pese a las críticas, la Casa Blanca salió hoy en defensa de la estrategia en Irak y el portavoz, Ari Fleischer, aseguró que el Presidente George W. Bush sigue teniendo plena confianza en el plan, en el secretario de Defensa y en sus colaboradores.
"El Presidente tiene fe en el plan, ha establecido el plan y el plan está funcionando", señaló el portavoz, quien añadió que "indudablemente habrá otros que se van a hacer eco de las críticas, lo que no cambiará el enfoque del presidente" hacia la guerra.
Ese enfoque sigue siendo el de consolidar los avances y ganarse la confianza de la población iraquí, pese a que en las últimas horas se incrementó dramáticamente el número de víctimas civiles como consecuencia de los bombardeos de la aviación aliada.
El portavoz de la Casa Blanca dijo que Bush "lamenta la pérdida de vidas inocentes" y atribuyó esas muertes a que "Saddam Hussein y sus esbirros" utilizan a la población civil como escudos humanos para frenar la operación.
Fleischer aludió al escaso entusiasmo demostrado por los iraquíes ante la invasión y lo achacó al miedo de la población, un temor que, en su opinión, desaparecerá cuando vean que el régimen se desmorona.
Rumsfeld dijo que el desmoronamiento podría estar produciéndose ya y sugirió que el Gobierno de Bagdad podría estar descabezado incluso desde el primer día de los ataques aéreos en Irak.
"El hecho de que Saddam Hussein no apareciera en su discurso televisado de hoy es interesante", dijo Rumsfeld, quien dejó de nuevo en evidencia las sospechas de EE.UU. de que el líder iraquí pudo resultar herido, e incluso muerto, en el ataque aéreo inicial contra Bagdad.
Rumsfeld recordó que "la noche anterior al inicio de la guerra por tierra... se lanzó un ataque contra una reunión de oficiales del mando iraquí y no se ha oído nada de ellos desde entonces".