ANKARA.- El secretario norteamericano de Estado, Colin Powell, llegó la noche del martes a Ankara en busca de un apoyo de Turquía a las operaciones militares estadounidense en el norte iraquí y con la intención de aplacar las tensiones entre los dos países causadas por la guerra en Irak.
El titular estadounidense de Exteriores también va a reiterar la oposición de Estados Unidos a una intervención directa de las tropas turcas en el norte de Irak bajo control kurdo, que podría desestabilizar la región.
Powell tiene previsto reunirse este miercoles con su homólogo Abdulá Gul, con el primer ministro Recep Tayyip Erdogan, el presidente Ahmet Necdet Sezer y el jefe del Estado Mayor del Ejército, general Hilmi Ozkok, antes de viajar a Belgrado y Bruselas.
El secretario de Estado va a pedir a Turquía, el único país de la OTAN que tiene frontera con Irak, una asistencia menos ambiciosa que la consistente en permitir el tránsito de unos 62.000 soldados para abrir un frente norte contra Bagdad, opción que fue rechazada el 1 de marzo por el Parlamento turco.
"No se trata del tipo (de apoyo) que pedíamos hace un mes", afirmó Powell a los periodistas que lo acompañan en su viaje.
"Se trata sólo de solicitar un apoyo a las operaciones en el norte de Irak y eso no debería plantear dificultades a Turquía", estimó.
"No pedimos el envío de divisiones o algo por el estilo", afirmó Powell, que no precisó la naturaleza de la ayuda deseada por Washington.
El respaldo de Turquía se limita esencialmente a la apertura de corredores aéreos para los aparatos de de la coalición angloamericana.
Powell pedirá asimismo a Ankara que facilite el tránsito por su territorio de las organizaciones de la ONU encargadas de ayuda humanitaria con el fin de facilitarles la labor en el norte de Irak.
Estados Unidos mantiene su hositilidad a una intervención directa del Ejército turco en el norte de Irak, donde Ankara teme que desórdenes en la comunidad kurda iraquí se extiendan a los kurdos de Turquía. Washington, por su parte, teme que una intervención así acabe en una "guerra en la guerra", perjudicial para el objetivo de Estados Unidos de derrocar cuanto antes al presidente Saddam Hussein y su régimen.
La situación en el norte de Irak es "bastante estable y por lo tanto nada podría justificar una incursión" de las fuerzas turcas, afirmó.
Alternando promesas y amenazas veladas, el secretario de Estado subrayó que la buena voluntad de Ankara sería muy importante para poder lograr la aprobación del Congreso norteamericano a una ayuda económica de mil millones de dólares a Turquía, prometida la semana pasada por el presidente George W. Bush.
"Persiste cierta decepción en Washington, en la Administración y en el Congreso" por la actitud de Turquía, subrayó.
"Si vemos un pleno respaldo en los próximos días (...) inclusive un apoyo a las tropas actualmente en Irak del norte, pienso que eso ayudará" a hacer aceptar al Congreso la concesión de la ayuda financiera, afirmó.
Esta visita a Ankara es el primer viaje de Powell al extranjero desde que empezaron las hostilidades con Irak e ilustra la importancia que Washington da a Turquía, vecino estratégico de Irak, a pesar del revés sufrido a principio de marzo y de los desacuerdos de fondo sobre el conflicto entre los dos países.
El secretario de Estado sigue viaje a Belgrado la tarde del miércoles para hacer allí una escala de dos horas que le permitirá expresar su apoyo a las autoridades de Serbia después del asesinato del primer ministro Zoran Djindjic, un amigo de Estados Unidos.
Powell viajrá después a Bruselas, donde el jueves debe reunirse con numerosos responsables de la Unión Europea y de la OTAN para hablar de la reconstrucción de Irak en la perspectiva de un cambio de régimen en Bagdad.