MADRID.- El representante de UNICEF en Irak, Carel de Rooy, advirtió hoy en Madrid del riesgo de una hambruna a gran escala en Irak si se prolonga el conflicto y señaló que "los países de la coalición tienen una responsabilidad muy clara sobre los efectos humanitarios de esta guerra".
De Rooy visita Madrid en el marco de una gira por varios países europeos para advertir de la grave crisis humanitaria que amenaza a la infancia iraquí y solicitar a los gobiernos y la sociedad civil que aporten fondos de emergencia.
Tras recordar que la UNICEF contó con diez millones de dólares para preparar a la población antes del estallido de la guerra, dijo que el organismo de las Naciones Unidas para la Infancia necesita 166 millones para hacer frente a la actual emergencia.
Agregó que las familias iraquíes han guardado alimentos para un mes y que, si la guerra se prolonga por más tiempo, el hambre tendrá "un impacto inmediato" sobre los menores de cinco años y las mujeres embarazadas.
De Rooy recordó que un millón de menores de cinco años sufren ya desnutrición grave, que la mortalidad infantil creció un 160 por ciento en la útima década y que uno de cada ocho niños muere antes de alcanzar los cinco años.