LANDSTUHL, Alemania.- Infantes de marina norteamericanos heridos en combate en Irak admitieron tácitamente este miércoles en el hospital militar de Landstuhl (centro-oeste de Alemania) que el número de fuerzas terrestres de Estados Unidos por momentos no parece resultar suficiente para enfrentar la enconada resistencia de los iraquíes al sur de Bagdad.
Tres infantes de marina norteamericanos que recibieron lesiones de bala o de explosivos en brazos y piernas, dijeron en conferencia de prensa que mientras se acercaban a los poblados y los civiles los recibían agitando sus manos, caían en emboscadas tendidas por efectivos irregulares iraquíes y temían quedar rodeados por estas fuerzas.
"Sólo gracias al entrenamiento que recibimos pudimos librarnos del cerco", declaró el sargento Bruce Cole de 39 años, con su brazo izquierdo en cabestrillo y el derecho con una perfusión de suero.
Los soldados estadounidenses reconocieron que no todos los civiles que encuentran en el camino resisten su avance, pero admitieron que les resulta difícil en muchas circunstancias determinar "quién es" y dónde se encuentra realmente el enemigo.
"Yo combatí en la (primera) Guerra del Golfo, pero no la puedo comparar" con este conflicto en Irak, dijo el sargento Bill Hale, de 35 años, sentado sobre una silla de ruedas.
"En aquel entonces el grado de resistencia era menor", agregó.
Las autoridades del hospital de Landstuhl anunciaron que este miércoles será trasladada a la base aérea de Ramstein, de camino hacia EE.UU., la joven soldado Jessica Lynch, de 19 años, rescatada por sus camaradas de armas en un hospital de Nasiriya, donde estaba detenida por los iraquíes.
Un total de 228 soldados estadounidenses heridos o enfermos en las operaciones en Irak son atendidos en el hospital militar de Landstuhl, informó una portavoz militar norteamericana.
Un avión transporte de la Fuerza Aérea estadounidense procedente de Kuwait con 25 pacientes a bordo aterrizó en la base aérea de Ramstein, a cinco kilómetros del hospital. Ocho de los soldados recibieron heridas en combate en Irak.
La cifra de soldados estadounidenses heridos en acción asciende ahora a 95 y su estado de salud es estacionario, indicó la portavoz.