LA HABANA.- Una lancha con 50 personas a bordo fue secuestrada este miércoles en Cuba para desviarla a Estados Unidos pero quedó sin combustible y a la deriva y Washington se niega a darle auxilio, según La Habana.
"La embarcación secuestrada se encontraba parada a 30 millas (48 km) de nuestras costas, en aguas internacionales, y los secuestradores exigen combustible para continuar viaje", dijo el gobierno cubano en una nota.
Según el informe, dos embarcaciones del Servicio de Guardafronteras de Cuba escoltan a la nave desde esta madrugada, cuando fue asaltada por hombres armados que exigieron a la tripulación poner rumbo hacia el sur estadounidense.
Agregó que el hecho fue puesto en conocimiento de los guardacostas de Estados Unidos, pero que Washington les comunicó que "no actuarían" debido a que la nave está en aguas internacionales y es de bandera cubana.
Según Washington, le corresponde a La Habana resolver la situación.
El representante diplomático de Estados Unidos en Cuba, James Cason, condenó los secuestros de naves para emigrar a su país y advirtió que los responsables de esos actos serán castigados por la justicia norteamericana.
"Cualquier individuo de cualquier nacionalidad, incluyendo a los cubanos, que secuestren un avión o embarcación para dirigirse a Estados Unidos, será procesado con toda la fuerza del sistema legal norteamericano", dijo Cason en La Habana.
En Estados Unidos, la portavoz del FBI, Judy Orihuela, dijo que ese organismo envió "negociadores" a la nave que, dijo, se encontraba a unos 100 km de Cayo Hueso, en el extremo sur del estado de Florida.
El vocero del Departamento de Estado, Robert Zimmerman, dijo que las convenciones marítimas sobre secuestros señalan que "el gobierno cubano es responsable para hacer valer su jurisdicción sobre el barco secuestrado".
Los acuerdos migratorios suscritos en 1995 entre Washington y La Habana dicen que los emigrantes ilegales interceptados antes de pisar suelo estadounidense deben ser devueltos a Cuba. La isla, a su vez, se comprometió a no tomar represalias contra ellos, siempre y cuando no hubieran incurrido en algún delito.
En este caso, las 15 o 16 personas que tomaron el control de la lancha -según familiares de los secuestrados- podrían ser acusadas de secuestro, delito que en Cuba se castiga con severas penas de cárcel.
Según la versión oficial de Cuba, los secuestradores desoyeron las exhortaciones a que desistieran de su actitud y volvieran a puerto. Según Cuba, los secuestradores amenazaron con lanzar personas al mar si no reciben combustible para continuar el viaje.
"Lo que no haremos en ningún caso es usar medidas de fuerza que pongan en peligro la vida de las personas que están a bordo de esa embarcación", sostuvo el comunicado del gobierno cubano.
La nave, con capacidad para unas 80 personas, integra una flotilla de tres lanchas que realizan a diario el cruce de la bahía de La Habana, transportando desde la localidad de Regla (este) a obreros y empleados que cumplen funciones en el centro de la capital.
El martes, un solitario secuestrador armado con granadas de mano se apoderó de un avión de pasajeros cubano con 46 personas a bordo, que cubría un recorrido interno, desviándolo hacia Cayo Hueso.
El aeropirata, Adelmis Wilson González, fue detenido y compareció este miércoles ante un juez federal de Florida.
El 19 de marzo un avión comercial cubano fue secuestrado a punta de cuchillo por seis hombres que lo desviaron a Cayo Hueso (Florida), y luego fueron encausados y son teóricamente pasibles de penas de hasta 20 años de prisión.
Once de los ocupantes de este avión secuestrado pidieron asilo en Estados Unidos y otros 16 pasajeros y tripulantes fueron repatriados a Cuba.
Los seis secuestradores del avión fueron encausados en Estados Unidos y podrían ser condenados a un mínimo de 20 años de prisión.
