NAZRAN, Rusia.- Una explosión destruyó un autobús que llevaba a sus casas a trabajadores de una base militar rusa en la separatista Chechenia el jueves, matando a ocho personas y asestando un duro golpe al plan de paz del Kremlin para la región.
La explosión en Grozny, la devastada capital de la república separatista, constituyó el ataque más serio desde una votación el mes pasado a favor de una Constitución que mantiene a la región dentro de Rusia.
Los separatistas han denunciado el refererendo y prometieron continuar con su campaña contra la presencia militar rusa en la república.
Fuentes del principal hospital de Grozny dijeron que ocho personas habían muerto -seis en el lugar de la explosión, realizada a control remoto a las 17.00 hora local (1300 GMT)- y dos más tarde.
La cifra de víctimas podría aumentar ya que parientes habían llevado algunos cuerpos desde el lugar, agregaron. La agencia de noticias Itar-Tass, citando a fiscales locales, situó la cifra de muertos en cinco.
La cadena de televisión NTV mostró imágenes del autobús en una carretera de Grozni, con casi todas su ventanas destrozadas y el piso y la parte posterior del vehículo llenas de sangre. Las autoridades dijeron asimismo que había "muchos" heridos.
"El autobús trasladaba a civiles pacíficos, trabajadores de la construcción. Los detalles están siendo clarificados (para averiguar) el número de personas afectadas", dijo el líder checheno designado por Moscú, Akhmad Kadyron, a Itar-Tass. "Esto fue el trabajo de bandidos e infieles", añadió.
La agencia de noticias Interfax dijo que el autobús trasladaba a trabajadores desde la principal base militar rusa en la región en Khankala, en las afueras de la capital.
El Presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que el resultado del referéndum del mes pasado era una prueba de que la región chechena, de mayoría musulmanam quería seguir formando parte de Rusia.