BAGDAD.— Fuerzas estadounidenses ingresan a Bagdad por primera vez.
Entre seis y ocho carros armados anglo-estadounidenses iniciaron esta mañana movimientos de penetración en los suburbios meridionales de Bagdad, informaron fuentes militares.
Los vehículos militares son del tipo Abrams y llegaron hasta un paraje situado a unos 12 kilómetros del centro de Bagdad.
Soldados del Tercer Cuerpo de Infantería que participan en la misión encontraron "una dura resistencia", dijeron periodistas de la cadena estadounidense Fox News, que acompañaron al contingente militar.
Las fuerzas aliadas intentaban alcanzar un área industrial, donde presuntamente funciona un centro de "sistemas de la defensa iraquí", dijeron los voceros.
Las tropas tenían planeada una "misión de reconocimiento", pero según los voceros se toparon con una "fuerte resistencia iraquí". La capital iraquí amaneció hoy sábado bajo los intensos bombardeos de la aviación anglo-estadounidense, que atacó sin cesar objetivos en todo Bagdad, según comprobaron los corresponsales de EFE.
Poco después de la medianoche, cazabombarderos de los aliados reanudaron sus ataques contra objetivos en toda la ciudad, especialmente en los barrios del sur y sureste.
Fuertes explosiones se escucharon durante toda la noche, acompañadas del sonido de los aviones militares que sobrevuelan Bagdad y de las baterías antiaéreas iraquíes que entraron en acción para interceptar los ataques.
La capital iraquí amaneció cubierta de una intensa cortina de humo negro, mientras se siguen produciendo nuevas explosiones en diferentes puntos de la urbe de cinco millones de habitantes.
La fuerzas anglo-estadounidenses liberan desde el jueves intensos combates con el ejército iraquí para hacerse con el control del aeropuerto internacional de Sadam, situado en el sureste de Bagdad.
Fuerzas de EE.UU. lograron el viernes consolidar el control de la terminal aérea, confirmó el ministro de iraquí de Información, Mohamed Said Al-Sahaf, quien añadió que el ejército iraquí ha conseguido rodear a esas tropas y "aislarlas como islas".
Habitantes sin salida
Los habitantes de Bagdad saben que la batalla final ha llegado. Sienten que la suerte de la capital de Iraq está a punto de decidirse.
Y no saben qué hacer.
"Ahora sí. Esta es la batalla final. No hay salida. Ahora encaramos la realidad. Nos estamos enfrentando al ejército más poderoso del mundo. ¿Qué podemos hacer? ¿Adónde ir? Estamos perdidos", dijo a Reuters Nour Khaled, una mujer de 48 años con dos hijos.
Tal vez lo peor de la vida bajo los bombardeos es la incertidumbre y el miedo. El miedo a morir o a ser herido, el miedo a de perder un hijo, un cónyuge o un padre.
"Vamos a morir. ¿Quién puede escapar a una guerra así? Mi esposo y yo pedimos a Dios que, si tenemos que morir, lo hagamos juntos. Nuestro mayor temor es que nuestros hijos mueran y nosotros quedemos vivos", expresó Khaled. "Ayer vimos a la muerte de frente", añadió.
La casa de Khaled. en las afueras de Bagdad, fue testigo del ataque estadounidense con misiles contra el aeropuerto de la ciudad. La mujer iraquí tuvo que salir corriendo a la calle con sus hijos en brazos.
Aunque los medios estatales de comunicación no han informado del avance de las fuerzas estadounidenses hasta unos 20 kilómetros de la capital, la devastación que acompaña a los ataques transmite el mensaje.
Aviones estadounidenses han bombardeado incesantemente las posiciones de la Guardia Republicana, formada por los mejores soldados de Hussein y la defensa clave de la ciudad.
"No puedo hablar, no puedo ni comenzar a describir lo que pasó. Fue una noche infernal. Hubo bombardeos durante toda la noche. Creíamos que habían entrado en Bagdad y que habían ocupado la ciudad", dijo una mujer. "Los aviones lanzaron bombas sobre nosotros", agregó temblando.
"Fue algo terrible. No sólo para los niños sino para los adultos", dijo, y contó cómo muchos vecinos del suburbio de Radwaniya, cerca del aeropuerto de Bagdad, huyeron de sus casas para buscar refugio con parientes que viven más próximos al centro de la ciudad.
La población de Bagdad no tiene grandes esperanzas de salir ilesa de los bombardeos.
Después de tantos combates, bombardeos y escaramuzas en los últimos 13 días, la mayor parte de la población de Bagdad cree que ésta es la batalla final.
Muchos de ellos, convencidos de que sus líderes no se rendirán, creen que los civiles quedarán atrapados en medio del fuego entre de las fuerzas lideradas por Estados Unidos y las tropas de Saddam Hussein.
Otros tantos dicen que ya no pueden seguir viviendo en la incertidumbre y que están listos para enfrentar su destino, incluso la muerte.
La intensidad del último asalto aéreo y el rápido avance hacia la capital ha sido sorprendente y devastador para muchos de los 5 millones de habitantes de Bagdad.
"El bombardeo fue horrible. Fue el peor y el más intenso hasta el momento. Pensamos que los norteamericanos iban a aparecer en nuestras casas en cualquier momento", dijo Jamila Husamy, una mujer de 45 años que estaba entre los que huían de las inmediaciones del aeropuerto para el centro de la ciudad.
Vehículos cargando frazadas y otras pertenencias sobre el techo corrían por la autopista principal del aeropuerto hacia el centro de Bagdad.
La mayor parte de los residentes de Bagdad, que ya tienen la experiencia de dos guerras, dijeron que, cuando la ciudad quedó el jueves a oscuras, tuvieron el pálpito de que la batalla final era inminente.
"La gente confirmó que los norteamericanos estaban llegando cuando nos quedamos sin electricidad", dijo una mujer.
Aunque muchos iraquíes están orgullosos de su país, también son pesimistas con respecto a las posibilidades de luchar contra la única superpotencia mundial.
"Se trata del ejército de Estados Unidos. ¿Quién puede contra ellos? La gente no es estúpida y lo sabe", expresó Khaled.