WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, elogió este sábado a las tropas norteamericanas y dijo que la "liberación" de Irak está en marcha para llevar "esperanza" al pueblo iraquí, en su mensaje radial semanal.
"Las fuerzas estadounidenses y de la coalición están avanzando en forma sostenida en contra del régimen de Saddam Hussein", declaró Bush, la mañana después de que los tanques estadounidenses entraron en acción en Bagdad.
"Mientras se estrecha el cerco sobre el régimen iraquí, algunos de nuestros enemigos han elegido realizar actos de cobardía y asesinatos en sus días finales", dijo Bush.
El mandatario aseguró que las fuerzas iraquíes están usando mujeres y niños como escudos humanos, escondidos en barrios civiles, forzando a otros iraquíes a combatir, y están ejecutando prisioneros de guerra.
En contraste, según Bush, "las fuerzas americanas y nuestros aliados están tratando a los civiles inocentes con generosidad y respetando a los soldados que se rinden", llevando agua, alimentos y medicina al pueblo iraquí.
"Estamos llevando ayuda al pueblo iraquí que ha sufrido por mucho tiempo, y estamos llevándoles algo más: les estamos llevando esperanza", aseguró.
"Pueblo tras pueblo, ciudad tras ciudad, la liberación está en marcha. El pueblo de Irak tiene mi palabra: nuestras tropas continuarán su presión hasta que sus opresores se hayan ido y su país sea totalmente libre", prometió Bush en su habitual mensaje radial.
"Con cada nueva ciudad que liberan, nuestras fuerzas aprenden más acerca de las atrocidades del régimen (iraquí), y el profundo temor que el dictador (Saddam Hussein) ha instigado en el pueblo iraquí", dijo Bush.
En contraste "los ciudadanos iraquíes están conociendo qué clase de personas hemos enviado a liberarles", indicó.
El Presidente estadounidense se encuentra el fin de semana en la residencia de campo de Camp David, a unos 100 kilómetros de Washington, adonde acudió la consejera de seguridad nacional, Condoleezza Rice.
Docenas de tanques estadounidenses penetraron en Bagdad, en una operación que algunos comandantes describieron como una demostración de fuerza destinada a romper el aura de invencible con que Saddam Hussein procuró envolver la capital iraquí.
La operación, en la que murieron unos mil iraquíes, fue lanzada al amanecer. Varias docenas de tanques y vehículos blindados ingresaron a Bagdad por la autopista de seis carriles que, desde el sur, pasa por los barrios de Mansur y Dora antes de girar a la izquierda para dirigirse al aeropuerto.
Los iraquíes no tenían ninguna posibilidad de resistir, pues sólo tenían ametralladoras Ak-47 y lanzamisiles antitanques para evitar la progresión norteamericana, señalaron oficiales y soldados.
De todos modos, este sábado por la tarde no había ninguna señal de una presencia militar norteamericana en el centro de la capital iraquí, según corresponsales de la AFP.
Entretanto Bush comenzó a trabajar en el terreno diplomático para tratar de recomponer las relaciones con Rusia, seriamente afectadas con el inicio de la guerra.
El Presidente se comunicó con su homólogo ruso, Vladimir Putin, y ambos enfatizaron "la importancia de continuar un diálogo político intenso entre los dos países, a pesar de las conocidas diferencias entre sus posiciones, para buscar soluciones en el interés de la comunidad internacional", dijo el Kremlin en un comunicado.