BAGDAD.- En el decimoséptimo día de la guerra en Irak, las fuerzas norteamericanas ingresaron este sábado en Bagdad sus blindados y unidades iraquíes provocó, según un oficial estadounidense, 1.000 muertos entre los soldados iraquíes.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, elogió a las tropas norteamericanas y dijo que la "liberación" de Irak está en marcha para llevar "esperanza" al pueblo iraquí, en su mensaje radial semanal.
La televisión estatal iraquí, por su parte, emitió este sábado por la noche imágenes en las que se veía al jefe de Estado Saddam Hussein presidiendo una reunión de importantes responsables políticos y militares, entre los que figuraban sus dos hijos, Udai y Qusai, y el el vicepresidente Taha Yasin Ramadán.
Cuando una columna de blindados entró en Bagdad, los iraquíes, sorprendidos, intentaron resistir, pero muchos de ellos sólo tenían ametralladoras AK-47 y lanzamisiles antitanques para evitar la progresión norteamericana, señalaron oficiales y soldados.
El ataque no tenía como objetivo controlar una parte de la ciudad, sino más bien mostrar al pueblo iraquí que Saddam Hussein ya no cuenta con un poder absoluto en la capital, explicó el coronel norteamericano Will Grimsley.
Otro objetivo era poner a prueba las defensas iraquíes y destruir todo el material posible en sus filas, precisaron otros responsables militares norteamericanos.
La operación, en la que murieron unos 1.000 iraquíes, según los estadounidenses, fue lanzada al amanecer cuando varias docenas de tanques y vehículos blindados ingresaron a Bagdad por la autopista de seis carriles que, desde el sur, pasa por los barrios de Mansur y Dora antes de girar a la izquierda para dirigirse al aeropuerto.
De todos modos, este sábado por la tarde no había ninguna señal de una presencia militar norteamericana en el centro de la capital iraquí, según corresponsales de la AFP.
Frente a esta ofensiva, Saddam Hussein llamó a los iraquíes a "aumentar el número de ataques fuera de Bagdad" para aliviar la presión sobre la capital, en un discurso leído por el ministro iraquí de la Información, Mohamed Said al Sahhaf.
El Comando central norteamericano (Centcom) dio a entender que los estadounidenses habían ingresado a Bagdad para quedarse. "No era una simple patrulla, sino una parte del Quinto cuerpo (del ejército norteamericano) que avanza en la ciudad", declaró el capitán Frank Thorp.
Tras la incursión el comandante estadounidense encargado del ataque aéreo a Irak, teniente general T. Michael Moseley, dijo que "el Ejército iraquí como defensa organizada con amplias formaciones de combate ya no existe realmente".
Aviones de combate comenzaron a efectuar patrullas de 24 horas sobre Bagdad para apoyar a las fuerzas norteamericanas en el terreno, agregó Moseley.
Las fuerzas de la coalición afirman tener 6.500 prisioneros de guerra iraquíes.
Menos de 100 km al sur de Bagdad, la 101 división aerotransportada del ejército norteamericano lanzó el asalto para la conquista de la ciudad chiíta de Kerbala.
En el norte del país, fuerzas especiales norteamericanas y combatientes kurdos iraquíes bloquearon las salidas hacia el sur de Kirkuk y desde ahora operan a cinco kilómetros de esta ciudad petrolera, indicaron fuentes militares kurdas.
Pero en esa zona las tropas iraquíes contratacaron para recuperar sus posiciones en el distrito de Jazer, en la ruta a Mosul, enfrentando este sábado por la noche a las fuerzas kurdas para controlar el puente que permite acceder a esta localidad, indicaron fuentes kurdas.
Esta información no podía ser verificada a través de una fuente independiente, ya que el acceso a la zona estaba prohibido para la prensa.
En el sur, las fuerzas británicas llevaron a cabo este sábado incursiones en Basora sin alcanzar el centro de la segunda ciudad iraquí, cercada desde hace una decena de días.
En el plano diplomático, Bush sostuvo este sábado un "Consejo de Guerra" en su residencia de Camp David (Maryland, este) y llamó al presidente ruso Vladimir Putin y al jefe de Gobierno español José María Aznar, anunció la Casa Blanca.
"Las conversaciones con Putin y Aznar forman parte de una serie de reuniones entre el presidente y los dirigentes mundiales sobre varios asuntos entre ellos Irak", indicó la Casa Blanca en un comunicado.
Está previsto que George W. Bush viaje el lunes a Belfast (Irlanda del Norte) para reunirse con el primer ministro británico Tony Blair, su principal aliado en la guerra.
Por otra parte, el ministro griego de Finanzas Nicos Christodoulakis, cuyo país preside este semestre la Unión Europea (UE), afirmó que los Quince deben hablar "con una sola voz" en cuanto a la reconstrucción de Irak.