HONG KONG.- La inquietud crece frente al aumento regular de casos de neumonía atípica que aproximaban este miércoles los 3.000 en el mundo, mientras el desastre causado por la epidemia se amplifica en el ámbito económico y también en el humano pues los enfermos o quienes se sospecha que lo están suelen ser tratados como apestados.
Los pilotos indios se niegan a volar a Hong Kong y Singapur, los sacerdotes temen a los fieles y renunciaron a las confesiones por miedo a atrapar la enfermedad.
En China, nación donde aparentemente se originó la epidemia y que es hasta el presente la más devastada por la enfermedad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) exhortó a las autoridades a que esclarezcan el problema, sobre todo después de que un médico pequinés declaró a la revista Time que el balance real era mucho mayor que el brindado por las cifras oficiales.
Según las últimas cifras del ministerio de Sanidad, sólo 19 personas contrajeron el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) en Pekín, de las cuales cuatro murieron. Según el doctor Jiang Yanyong, citado por Time, 60 pacientes afectados de SRAS ingresaron en el único hospital militar de la ciudad, de los cuales 7 murieron.
En total, 1.279 casos de SRAS fueron oficialmente registrados en China, entre ellos 53 mortales. En el mundo, la epidemia causó 104 muertos entre 2.894 casos.
Canadá, el país más afectado fuera de Asia, informó de seis nuevos casos sobre un total de 242, de los cuales 10 mortales.
En Estados Unidos, las cifras progresaron de 33 casos a 148, sin que se registraran muertos.
En Brasil, un tercer caso sospechoso de SRAS fue detectado.
El nuevo número de enfermos sugiere que el virus, que aún sigue sin ser identificado, logró atravesar las barreras establecidas para evitar su propagación.
En Hong Kong -25 muertos y 928 enfermos- se detectó un nuevo foco el martes en un edificio de viviendas muy cercano a la torre que ya había sido muy contaminada por el SRAS.
Mientras se reciben nuevas cancelaciones de vuelos y de reservaciones hoteleras, se han señalado también casos de discriminación individuales.
En Tailandia, residentes angustiados impidieron la cremación en un templo de una víctima de SRAS por miedo a ser contaminados. Un dentista singapurense rechazó tratar a un responsable de un hospital que atiende a enfermos de SRAS. Los curas católicos de la ciudad renunciaron a las confesiones por miedo al contagio de la neumonía atípica.
En Australia, la compañía aérea Qantas anunció que procedería de aquí a junio a 1.400 despidos o supresiones de puestos de trabajo debido al SRAS y a la guerra en Irak.
En Estados Unidos, la llegada de japoneses a Hawai cayó en 40%. Air Canadá redujo por su parte sus vuelos con destino a Hong Kong, Shanghai y Pekín.
Según informaciones de prensa de Hong Kong, los hoteles de lujo registraron un descenso de su clientela del 90%, mientras que en Tailandia las agencias de viaje señalaron que se está atravesando la más grave crisis de la industria turística del país.