BAGDAD.- El gobierno iraquí se derrumbó el miércoles, mientras residentes de Bagdad saludaban con júbilo a las fuerzas estadounidenses y atacaban los símbolos del poder de Saddam Hussein.
La gente saqueó los edificios oficiales, sacando de ellos todo lo que pudieran transportar, desde aires acondicionados hasta flores.
"Señores, si ustedes supieran lo que este hombre le hizo a Irak", gritó un anciano, mientras aplastaba un retrato de Hussein con su zapato. "El mató a nuestros jóvenes, mató a millones".
Numerosos iraquíes lanzaron flores y aplaudieron a los marines estadounidenses que atravesaron la suburbana Ciudad Saddam, donde viven dos millones de chiítas iraquíes pobres, en camino hacia el centro de la capital iraquí.
"Creo que estamos en la última escala", le dijo el coronel de los marines John Toolan al corresponsal de la agencia Reuters Sean Maguire, quien acompañaba a las fuerzas estadounidenses en su camino hacia el Monumento de la Liberación, considerado el centro de la capital iraquí.
"No más Saddam Hussein", coreaba un grupo mientras saludaba a las tropas. "Los queremos, los queremos".
Algunos chiítas, miembros de una mayoría hostil al gobierno del partido Baath, de la secta sunita del Islam, se golpeaban en los pechos al igual que hacen durante el festival religioso de Ashoura.
Periodistas de la Televisión de Reuters fueron testigos de saqueos multitudinarios en la sede de la ONU, de donde se llevaron los vehículos del organismo internacional.
Las oficinas, en el Hotel Canal, albergaron a empleados de las agencia de ayuda de la ONU, así como a los inspectores de armas, que se retiraron antes del inicio de la guerra, el 20 de marzo.
Las tropas estadounidenses observaban mientras los iraquíes saqueaban tiendas de artículos deportivos alrededor de las bombardeadas oficinas del Comité Olímpico Iraquí, que dirigía, al igual que las milicias Fedayeen, el hijo mayor de Hussein, Uday.
Las fuerzas invasoras aún no han hallado armas químicas o biológicas prohibidas, uno de los motivos centrales que se alegaron para lanzar la invasión. El gobierno de Hussein negó que tuviera ese tipo de armas.
Bush "animado", tropas apenas encuentran resistencia
En Washington, un funcionario de alto rango del gobierno dijo que el Presidente George W. Bush "sigue recibiendo buenos informes del terreno desde el punto de vista militar (...) El está animado por el progreso que estamos logrando".
En el centro de Bagdad, unos 20 tanques y otros vehículos militares estadounidenses tomaron posiciones en torno a la plaza Tahrir, en la orilla oriental del río Tigris, dijo un corresponsal de la agencia Reuters.
"Puedo ver unos 15 tanques y vehículos armados, así como otros vehículos que parecen haber cruzado el río desde el oeste de la ciudad", dijo Hassan Hafidh desde una posición cercana a la plaza Tahrir, donde se encuentra el Monumento de la Liberación.
"Están emitiendo mensajes por altavoces en árabe diciendo a la gente que no les dispare. Los estadounidenses parecen un poco nerviosos y están apuntando sus armas a la gente en la calle", agregó.
En el complejo presidencial ubicado al lado oeste del río Tigris, en la misma zona de Bagdad, una granada iraquí fue lanzada cerca de un tanque estadounidense. Un corresponsal de Reutres dijo que parecía que provenía de los alrededores del Hotel Palestina, donde se aloja la prensa internacional.
Un tanque estadounidense disparó el martes contra ese hotel y mató el martes a dos periodistas, uno de ellos de Reuters y el otro del canal español de televisión Telecinco, sin que hubiera ningún motivo aparente, según testigos.
La muerte de ambos periodistas, a la que se sumó la de un periodista de la televisora árabe Al-Jazeera, desató la indignación entre los organismos de prensa de diferentes países e internacionales, quienes cuestionaron la versión estadounidense, según la cual el tanque habría disparado porque estaba siendo atacado desde el hotel.
Un avance a través del cercano Puente Jumhuriya, sobre el Tigris, pondría fin a un movimiento de pinzas que ha llevado a la Tercera División de Infantería estadounidense desde Kuwait hasta el suroeste de Bagdad en las últimas tres semanas, mientras que que marines estadounidenses han avanzado sobre Bagdad desde otras direcciones.
Miles de soldados estadounidenses se desplazaron, prácticamente sin encontrar resistencia, hacia el centro de la capital iraquí desde el oeste, noreste y sur.
Aún así, fue una de las noches más tranquilas de Bagdad en tres semanas de guerra y las calles permanecían en calma después del amanecer.
En las calles principales, no había señales de policías iraquíes u hombres uniformados. Los funcionarios del ministerio de Información, entre ellos el titular, Mohammed Saeed al-Sahaf, quien diariamente daba a la prensa su versión sobre la guerra, parecían haberse esfumado.
También se desconocía la suerte de Hussein y sus dos hijos, atacados por aviones estadounidenses que lanzaron el martes cuatro bombas de 900 kilos en un área de Bagdad.
"No sé si sobrevivió", dijo el martes el Presidente Bush. Sin embargo, fuentes británicas de inteligencia dijeron que Hussein probablemente sobrevivió.
El ejército estadounidense indicó que los combates no habían acabado y que las tropas todavía tenían enfrentamientos ocasionales con las fuerzas iraquíes. "Estamos viendo una resistencia esporádica, pero cuando la vemos es encarnizada", dijo el capitán Frank Thorp.
"Creo que es prematuro hablar sobre el fin de esta operación", declaró a Reuters desde el Comando Central en Qatar.
Thorp señaló que las fuerzas lideradas por Estados Unidos todavía tienen que ocupar ciudades como Mosul, Kirkuk y Tikrit -donde nació Hussein-, 175 kilómetros al norte de la capital.
"Continuamos atacando Tikrit y otras ciudades en el norte con el fuego aéreo, como hicimos en Bagdad, en el sur de Basora, Nassiriya, Najaf, y otras ciudades", señaló.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció el miércoles que había suspendido temporalmente sus operaciones humanitarias en Bagdad porque la situación era "caótica e impredecible".
El organismo de ayuda humanitaria con sede en Ginebra informó que uno de sus empleados, un canadiense, está desaparecido desde el martes en la tarde, cuando el vehículo en el que viajaba con otros dos miembros del CICR fue atacado. Las otras dos personas que iban con él escaparon. El vehículo portaba el emblema de la Cruz Roja.