BAGDAD.- Los infantes de marina estadounidenses irrumpieron el miércoles en el centro de Bagdad para tomar posiciones en medio de saqueos desenfrenados, multitudes jubilosas e indicios de que se terminó de desplomar el régimen del presidente Saddam Hussein.
Algunas unidades estadounidenses dijeron haber encontrado pequeños focos de resistencia mientras una columna de blindados penetraba en el corazón de la ciudad. Un soldado al tope de un vehículo blindado desplegó la bandera de Estados Unidos.
El fuego de algunos francotiradores aislados recibió a los infantes de marina y soldados del ejército a medida que pasaban por la ciudad ocupando o destruyendo edificios que pertenecieron a las fuerzas de seguridad más temidas de Saddam.
A media tarde, los iraquíes saludaron a los tanques de la infantería de marina que penetraron en el centro comercial con vítores y banderas blancas.
"El régimen ha perdido control en la mayor parte de Irak", dijo el vocero del Comando Central estadounidense Jim Wilkinson en Katar el miércoles por la tarde.
Cientos de iraquíes irrumpieron en los edificios del gobierno en un frenesí de saqueos y se llevaron computadoras, estantes, mesas, aun jeeps militares. Algunos salieron del Ministerio de Interior con acondicionadores de aires, ventiladores de cielorraso, heladeras y televisores.
Algunos saqueadores llegaron provistos de carretillas. Otros colocaron su botín en los baúles de sus automóviles. Entre los edificios saqueados se encontraban el Comité Olímpico Iraquí, la empresa petrolera estatal y el cuartel central de la policía de tránsito.
Las escenas caóticas contrastaban con la situación de hace unas pocas semanas. Cuando Saddam estaba en control, cualquiera que lo criticara enfrentaba posible arresto, tortura y aun la muerte en manos de su policía secreta.
Grupos de iraquíes bailaban en las calles y hacían la "V" de la victoria.
Persistían focos de resistencia. Francotiradores apostados en el techo del Ministerio del Interior dispararon contra los infantes de marina estadounidenses que respondieron con ametralladoras, granadas y proyectiles.
Los infantes de marina ocuparon el cuartel regional de los fedayín en el centro de Bagdad a la vez que destruyeron el cuartel general nacional.
Pero se veían bandas de los fedayín -los combatientes de Saddam- con sus atavíos negros en una zona cercana al puente Rasheed sobre el Tigris. Estaban armados de fusiles y cohetes lanzagranadas.
Un grupo de iraquíes destruyó un retrato de Saddam. Uno de ellos declaró que "esto es para el criminal. Sabemos lo que ha hecho a nuestro país".
En el Comando Central estadounidense en Doha, Katar, el teniente de la Armada Mark Kitchens admitió que el saqueo podría constituir un problema. "Por cierto es algo que desalentamos, y cada vez que podamos hacer algo, trataremos de hacerlo".
El ejército estadounidense avanzaba por la ciudad desde el sudoeste y los infantes de marina desde el sudeste, con el propósito de encontrarse el mismo miércoles. Las fuerzas estadounidenses aseguraban los accesos a la capital.
Corresponsales extranjeros en la ciudad dijeron que ni el ministro de información, Mohammed Saeed al-Sahhaf, ni ninguno de sus colaboradores se presentó en el Hotel Palestina donde se alojan centenares de periodistas.
El mayor general Buford Blount, comandante de la Tercera División de Infantería del ejército, visitó un puesto de comando establecido en el Nuevo Palacio Presidencial junto al Tigris.