BAGDAD.- Marines estadounidenses se desplazaron a un distrito del noreste de Bagdad en las primeras horas del jueves y enfrentaron con fuego de artillería pesada, morteros y ametralladoras a fuerzas que seguían leales al presidente Saddam Hussein.
Aviones de guerra sobrevolaron el lugar en apoyo a las unidades de infantes de Marina y los soldados dijeron haber visto en el cielo ráfagas de fuego de baterías antiaéreas contra los estruendosos pero virtualmente invisibles aviones.
No estuvo de inmediato claro cuán fuerte fue la resistencia que encontraron las tropas estadounidenses durante su ofensiva en el noreste de la capital iraquí, pero al amanecer la artillería se había silenciado y sólo se oía sonido ocasional de ráfagas de ametralladoras.
El ataque tuvo lugar pocas horas después de que los marines ayudaron a jubilosos iraquíes a derribar una enorme estatua de Hussein en una plaza del centro de Bagdad, al colapsar el poder del líder iraquí.
Fuentes militares dijeron que la ofensiva nocturna para asegurar una zona en los alrededores de Ciudad Saddam, donde residen unos dos millones de empobrecidos musulmanes chiítas, fue el último objetivo de los marines en el flanco oriental del centro de la ciudad.
"Se nos agota el espacio para la batalla", dijo un marine estadounidense mientras los soldados convergían en el centro de Bagdad desde el este, el sur y el norte.
A lo lejos se destacaba un incendio en los pisos superiores de un ministerio del gobierno cercano al río Tigris, donde las llamas alcanzaban un retrato de Hussein colgado en la fachada del edificio.