ANKARA.- Turquía expresó alarma por la captura de Kirkuk el jueves en el norte de Irak a manos de combatientes kurdos "peshmergas", provocando rápidas promesas de Washington y de líderes kurdos de que la ciudad estará controlada por Estados Unidos.
La toma kurda creó el riesgo de una confrontación con tropas turcas que podrían interrumpir las operaciones estadounidenses de la guerra que comanda contra Iraq.
Ankara ha señalado que está dispuesta a enfrentar la furia de Washington enviando a sus tropas al norte de Irak si siente que los kurdos, respaldados por Estados Unidos, pretenden utilizar la riqueza petrolera para buscar un estado independiente, que alentaría el separatismo de los kurdos de Turquía.
En un intento por calmar los temores turcos, los kurdos iraquíes negaron que estuvieran planeando aprovecharse de la confusión del posguerra en Irak para tratar de forjar su propio estado, en base a los campos petroleros del norte. Dijeron también que desean un Iraq federal dentro de sus fronteras existentes.
Más de 30.000 personas murieron en el sureste de Turquía durante las décadas de 1980 y 1990 después que rebeldes kurdos turcos lanzaron una campaña para establecer una patria propia en esa región.
Después que los "peshmergas" entraron a Kirkuk, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Abdullah Gul, dijo que su país estaba listo para hacer "lo que sea necesario" a fin de salvaguardar sus intereses en el área.
Sin embargo, después de conversar por teléfono con el Secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell, Gul dijo que éste "dio su palabra de que nuevas fuerzas estadounidenses serán enviadas a Kirkuk en las próximas horas para sacar a los peshmergas de allí".
Gul agregó que las garantías ofrecidas por Powell significan que "no hay necesidad de tensión" en el norte de Irak, pero agregó que Turquía enviará pronto observadores militares a la ciudad, una medida que, probablemente, será vista con sospecha por los grupos kurdos.
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, dijo que fuerzas estadounidenses controlarán la ciudad, una mezcla potencialmente ardiente de árabes, kurdos, cristianos y turco hablantes.
El Pentágono anunció que fuerzas estadounidenses habían entrado a Kirkuk, pero declinó comentar si habían tomado el control.
El líder kurdo Jalal Talabani señaló que sus fuerzas se desplazaron a la ciudad en respuesta a una rebelión y que les había ordenado salir de allí el viernes en la mañana hasta la llegada de los estadounidenses.
Los mercados financieros turcos se debilitaron por temores de que una intervención militar de Turquia frustre las esperanzas de un multimillonario paquete de ayuda económica estadounidense para aliviar el impacto de la guerra en la frágil economía nacional.
Kirkuk y Mosul se encuentran al sur del enclave administrado por los kurdos desde la Guerra del Golfo en 1991.
Los kurdos alegan que, históricamente, Kirkuk es de ellos y que por años el gobierno iraquí desplazó a los kurdos de la región reemplazándolos por árabes.
Testigos en el lado turco de la frontera dijeron que no había indicios de movimientos inusuales en el área.