BERLIN.- El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Joschka Fischer, puso hoy a México y Chile como ejemplo de cómo es posible defender una "postura propia" en el caso de Irak y preservar la esencia de las relaciones con Estados Unidos.
En una rueda de prensa con periodistas extranjeros en Berlín, Fischer, al ser preguntado sobre los daños sufridos por la relación transatlántica, en concreto la germano-estadounidense debido a Irak, contestó citando el ejemplo de los dos socios latinoamericanos: México y Chile.
"Ellos también tienen una relación estratégica desde el punto de vista económico y político con Estados Unidos, que es su socio más cercano, y eso no les ha impedido defender su propia posición", señaló el vicecanciller y ministro de Exteriores.
El hecho de que esos dos países, que son miembros no permanentes en el Consejo de Seguridad, no apoyaran a EE.UU. en su intento de lograr el respaldo explícito de la ONU a la intervención militar que luego tuvo lugar contra Irak, no les ha obligado a "reestructurar sus relaciones" con Washington, dijo Fischer.
El jefe de la diplomacia alemana subrayó que esto puede ser un modelo para Europa, pues las relaciones interamericanas no son menos importantes que las transatlánticas.
El jefe de la diplomacia alemana señaló, además, que Alemania está, en el caso de la guerra contra Irak, prestando más ayuda real como aliado que otros muchos países que tienen una postura "político-retórica" más cercana a Estados Unidos.
Preguntado sobre la importancia que Alemania concede a otros peligros regionales, como el que supone la situación en Colombia, Fischer contestó que efectivamente "es un hecho que la mayoría de los conflictos hoy día tienden a ser regionales".
En el caso de Colombia, dijo que "el terror no es aceptable y hay que combatirlo".
Señaló, finalmente, que Alemania y la Unión Europea contribuyen a los esfuerzos por resolver los conflictos regionales en Latinoamérica y que tienen grandes esperanzas de conseguirlo.
