DOHA.- Las tropas estadounidenses y británicas continúan sin dar con el paradero de altos líderes iraquíes ni con las armas de destruccción masiva que se supone hay en el país, señaló hoy en Doha el general de brigada estadounidense Vincent Brooks.
Pese a que las operaciones de combate continúan en el foco de las tropas de la coalición, éste comienza a moverse hacia objetivos postbélicos, que incluyen la ayuda humanitaria y la localización de armas químicas y biológicas.
Fuerzas especiales se han concentrado en días recientes en instalaciones en Qaim y sus alrededores, una ciudad situada en el oeste de Irak, junto a la frontera con Siria.
Brooks indicó que en un registro de una fábrica de fosfatos se desenterraron barriles sospechosos, pero no existe confirmación aún de su contenido.
Cerca de Qaim, las fuerzas estadounidenses pararon un autobús con 59 hombres, en el que hallaron cartas que prometían recompensas por matar a estadounidenses, así como 630.000 dólares en metálico. El bus viajaba hacia Siria, dijo Brooks. Las nacionalidades de los pasajeros aún no han sido determinadas.
Brooks señaló asimismo que la búsqueda de armas de destrucción masiva podría ser larga, sin dar información sobre si los inspectores de Naciones Unidas retornarán a sus trabajos pronto.
Respecto a Qaim, localidad sobre la que los medios han especulado en días recientes al filtrarse que la resistencia iraquí allí es alta, Brooks manifestó: "Siempre hemos tenido preocupaciones".
El área se usó para lanzar misiles Scud contra Israel en la guerra de 1991 y podría haber sido utilizada como centro de un programa de armas ilegales. Su cercanía a Siria convierte a la localidad en un posible punto de escala para altos dirigentes de la administración de Saddam Hussein que pretendan huir, indicó el portavoz.
Preguntado sobre si la caída de Tikrit, la ciudad natal de Saddam, marcará el final de la fase de combate, el general de brigada manifestó que será un elemento más. "Es sólo una ciudad más", dijo.
"Creemos que nos queda mucho por hacer", añadió Brooks en la rueda de prensa diaria en el Comando Central en Doha.
Respecto al caos en Bagdad y otras ciudades, Brooks señaló que Estados Unidos ha iniciado un programa de "vigilancia vecinal" para controlar los saqueos. Se está haciendo un esfuerzo para reinstalar la policía civil, dijo.
Estados Unidos anunció el envío de 1.200 funcionarios de Justicia y de la policía para ayudar en la recuperación del orden público. En Mosul se espera que la llegada de nuevas tropas estadounidenses pongan fin al caos que vive la ciudad.
A diferencia de Basora, una ciudad eminentemente chiíta, Brooks dijo que el área de control estadounidense abarca gran parte de regiones suníes, donde los servicios civiles estaban controlados por la estructura del partido de Saddam Hussein, Baath.