BAGDAD.- Decenas de familias iraquíes han regresado a Bagdad, ciudad que habían abandonado en busca de un lugar más seguro durante los bombardeos de la alianza anglo-estadounidense, según pudo constatar uno de los corresponsales de EFE.
Centenares de familias bagdadíes se habían desplazado a las afueras de la capital y otras muchas viajaron hacia la frontera con Irán para protegerse de los bombardeos.
La vuelta a sus hogares coincide con la relativa normalización de la situación en Bagdad, donde las tropas norteamericanas y efectivos de la policía iraquí comenzaron a patrullar distintos barrios de la capital.
El principal objetivo de las patrullas es poner fin a las escenas de saqueo masivo que sufrió la capital iraquí tras la caída del régimen de Saddam Hussein, y que afectó a edificios gubernamentales, hospitales, hoteles, bancos y hospitales.
Helicópteros estadounidenses arrojaron octavillas en diferentes áreas de la capital iraquí, en las que se insta a las personas que posean armas a que las entreguen.
La relativa seguridad que los bagdadíes empezaron a sentir llevó a muchos de ellos a comenzar a salir con sus coches hacia las afueras de Bagdad o a otras ciudades para saber la suerte que han corrido sus familiares, con los que no han conseguido contactar debido a que la capital sigue sin electricidad, teléfonos ni agua.
Esta mañana unos 1.000 iraquíes se congregaron frente al hotel Palestina en el centro de Bagdad, donde se ofrecieron a los representantes de las tropas estadounidenses y de la Cruz Roja Internacional para ayudar en la restauración de las redes de energía y estaciones de bombeo de agua.