GINEBRA.- Estados Unidos y sus aliados, como potencias ocupantes de Irak, "deben cubrir las necesidades básicas de la población" conforme al derecho internacional humanitario, dijo hoy una portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
La portavoz del CICR, Nada Doumani, precisó que según las Convenciones de Ginebra, que establecen las normas en caso de conflicto militar, EE.UU. y el Reino Unido, cuyos Ejércitos han tomado el control militar en Irak, "tienen la responsabilidad de cubrir las necesidades esenciales".
En ese sentido, precisó que si bien las Convenciones "no precisan específicamente" el conjunto de necesidades, se entiende que se trata de que "la población tenga suficiente agua, comida y atención médica".
Doumani hizo estas declaraciones en una conferencia de prensa conjunta con portavoces de varios organismos de Naciones Unidas implicados en asuntos humanitarios que expresaron su preocupación por la falta de agua potable y de atención médica, así como por la inseguridad en las ciudades.
La portavoz del CICR afirmó que los responsables de esta organización han hecho gestiones ante el estamento militar y los representantes diplomáticos estadounidenses y británicos para recordarles la necesidad de cumplir con sus responsabilidades hacia la población como potencia ocupante en Irak, y dijo que la actuación de esos países "no está a la altura de los que esperábamos".
Los portavoces de varios organismos de la ONU coincidieron con el CICR que los principales problemas que afronta Irak son la falta de seguridad, debido a que todavía hay zonas residuales de enfrentamientos y sobre todo a que proliferan los delincuentes armados que perpetran actos de pillaje, incluso en los hospitales.
Asimismo, destacaron la grave situación provocada por la falta de agua, electricidad y de otros servicios básicos, lo que dificulta la labor de atención a las víctimas del conflicto en los hospitales.
Según un portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) los hospitales de Bagdad tienen dificultades ya sea porque han sido víctimas de saqueos, por escasez de medicinas, por falta de personal debido al temor de los médicos y enfermeras a acudir a sus trabajos ante la falta de seguridad en las calles, o bien por problemas como la ausencia de agua potable y de electricidad.
El personal internacional de los organismos especializados de la ONU permanece fuera del país por falta de suficientes medidas de seguridad, por lo que sólo los empleados locales se encuentran en Irak, a diferencia del CICR que sí cuenta con varios delegados en Bagdad y en Basora.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU tiene almacenado en los países vecinos varios miles toneladas de víveres para la población iraquí, pero no puede transportarlos hasta que tenga garantías de seguridad.
Recientemente, un depósito gubernamental de Basora donde el PMA tenía alimentos para distribuir en la región del sur del país fue asaltado por un grupo de individuos armados que robaron las provisiones.
Los delegados del CICR tienen "dificultades para moverse" por Bagdad, que está bajo el mando de las tropas estadounidenses, según Doumani, y precisó que "algunas zonas del norte y noreste de la ciudad todavía no puede decirse que estén bajo su control".
En cambio, agregó que "los británicos garantizan mejor la seguridad" en Basora.