WASHINGTON.- El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Colin Powell, negó hoy que su país tenga una lista de países a los que quiera atacar militarmente para derrocar a sus Gobiernos, aunque reiteró la preocupación por las políticas que siguen países como Siria e Irán.
"No hay una lista, no hay tampoco un plan de guerra ahora mismo para atacar a alguien más con el propósito de derrocar a sus dirigentes o con el propósito de imponer valores democráticos", dijo Powell en una conferencia de prensa con periodistas extranjeros.
El secretario de Estado expresó la preocupación de la administración del presidente, George W. Bush, por las políticas del los Gobiernos de Damasco y de Teherán, a los que instó a que "se den cuenta del nuevo entorno en la región" tras la guerra de Irak.
"Estamos preocupados por Siria y se lo hemos hecho saber. También estamos preocupados por algunas de las políticas de Irán y hemos hecho que los iraníes sean plenamente conscientes de ello", dijo.
Sobre Siria, país que ha sido objetivo de una intensa presión política por parte de EE.UU. en los últimos días, Powell destacó que la inquietud no es sólo por sus supuestos arsenales químicos, sino también por "el continuo apoyo a organizaciones terroristas".
A eso se suma, según el secretario de Estado, que Damasco permitiera la entrada de material militar y combatientes en Irak durante la guerra y que ahora haya dirigentes del régimen de Sadam Husein que estén encontrando refugio en el territorio sirio.
"No creemos sea en el interés de Siria dar refugio a este tipo de individuos, que deberían ser devueltos a Irak para hacer frente a la justicia que ponga en marcha el pueblo iraquí", subrayó.
Se trata, en definitiva, de que "Siria reconsidere sus políticas de los últimos años y entienda que hay mejores elecciones que las que han adoptado en el pasado", afirmó el secretario de Estado.
Powell recordó que las denuncias sobre el programa de armas químicas de Siria no son nuevas y que el objetivo final de EE.UU. es lograr "un Oriente Medio libre de armas de destrucción masiva".
En este sentido, evitó mencionar a Israel, país que tiene un importante arsenal de armas destrucción masiva, pero consideró que "las piezas pueden empezar a encajar", una vez que se avance en el proceso de paz en la región con implicación de todos los países.
"Espero que si podemos avanzar en un proceso de paz global que conduzca a una solución global, con la creación de un estado palestino viviendo en paz junto a Israel, e influyendo en Líbano y Siria, muchas piezas empezarán a encajar para todo el mundo", dijo.
Powell rechazó que Washington quiera ser la policía del mundo y preguntó si alguno de los países en los que ha intervenido militarmente en los últimos 12 años -Kuwait, Kosovo, Afganistán e Irak- se ha convertido en colonia o en un estado más de EE.UU.
"La agenda de política exterior de Estados Unidos está basada en principios", manifestó el secretario de Estado, quien añadió que su país "no busca, no quiere, no necesita, y no persigue la guerra, pero no tiene miedo a luchar en ellas cuando son necesarias".
Powell expresó también su esperanza de que Irak siga el ejemplo de otra nación musulmana como Turquía y se convierta en un paradigma de la adopción de los valores democráticos en Oriente Medio.
"Espero que con Turquía y con Irak se demuestre que la democracia no es una cosa extraña a las naciones musulmanes. Espero que sea un sistema político que se adopte en otros países (...), aunque cada uno tendrá que encontrar su propio camino", afirmó.
El secretario de Estado expresó su esperanza en que la democracia "sea más y más un sistema político atractivo en toda la región" y consideró que "no debería haber ninguna razón por la que debiéramos temer que haya democracia en Oriente Medio o el Golfo Pérsico".
En este proceso, dijo que la ONU tendrá un papel "relevante", pero abogó porque "se examinen otras maneras" de abordar situaciones como la de Irak, para poder evitar en el futuro que distintos puntos de vista vuelvan a dividir al Consejo de Seguridad.