MIAMI.- Cuba movió activamente su diplomacia ante la votación de una resolución sobre derechos humanos que se celebrará mañana, miércoles, en la Comisión de la ONU en Ginebra, mientras hoy prosiguieron las condenas internacionales por las penas impuestas a disidentes y la ejecución de tres secuestradores.
La embajadora de Cuba en España, Isabel Allende, pidió hoy a Madrid que no actúe con "doble rasero" al condenar las penas de muerte dictadas en Cuba cuando mantiene "relaciones importantes y estratégicas" con países en los que se aplica esa penalidad.
El embajador de Cuba en México, Jorge Bolaños, advirtió que si ese país vota a favor de una resolución contra los derechos humanos en la isla, se verían afectadas las relaciones bilaterales.
En Argentina, el embajador cubano Alejandro González Galiano dijo el lunes que "sería un acto de justicia" que el gobierno de Buenos Aires cambie su tradicional postura de condena a la situación de los derechos humanos.
Algo similar hicieron los diplomáticos cubanos en Guatemala y República Dominicana.
El presidente de la Asamblea Nacional de Cuba, Ricardo Alarcón, dijo el lunes que EE.UU. debería "callar" en lo que se refiere a temas de derechos humanos, porque viola las garantías de los detenidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Según Alarcón, Washington utiliza estas iniciativas para desviar la atención de otros temas relacionados con los derechos humanos, como las miles de víctimas de una "guerra innecesaria" contra Irak.
Ya hace cinco semanas, cuando llegó a Ginebra para participar en las sesiones de la comisión, el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, dijo que "ningún país de América Latina, ni Estados Unidos, ni ningún otro del mundo, tiene autoridad moral para juzgar a Cuba".
La resolución sobre la situación de estos derechos en la mayor de las Antillas -presentada en esta ocasión por Costa Rica, Perú, Nicaragua y Uruguay-, ha sido aprobada todos los años desde 1990, con la sola excepción de 1998.
La votación actual se produce en medio de una ola de condenas internacionales a la isla caribeña por las penas impuestas a 75 disidentes, que en total suman 1.454 años, y la ejecución el viernes, tras un juicio sumarísimo de tres secuestradores de una lancha de pasajeros.
Sin embargo, con pocas excepciones, la mayoría de los países con derecho a voto en Ginebra han asumido una posición crítica con los últimos acontecimientos en la isla.
El secretario norteamericano de Estado, Collin Powell, dijo hoy que "Cuba siempre ha tenido un historial horrible de derechos humanos, pero en lugar de mejorar a medida que avanzamos en el siglo XXI, está empeorando".
Powell denunció la "represión de la disensión", la condena de personas a "largos años en la cárcel simplemente por expresar un punto de vista diferente al de (el presidente cubano) Fidel Castro" y agregó que esto "debería ser un escándalo para todos".
En México, el Senado aplazó el lunes por la noche la discusión de una propuesta para exhortar al presidente Vicente Fox a abstenerse de votar la resolución y analizar primero las repercusiones de estas ejecuciones.
En el texto se solicitaba a Fox que recuperara la tradición de México, rota por primera vez el año pasado, y se abstuviera de votar a favor de la resolución.
Según la senadora Silvia Hernández, del opositor Partido Revolucionario Institucional y presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores con América del Norte, las ejecuciones en Cuba son "reprobables" y agregó el texto de la resolución contra la isla es "impecable".
En Brasil, varios legisladores anunciaron que "le pediremos al ministro de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, que el gobierno de manifieste sobre esas violaciones a los derechos humanos (en Cuba)", dijo a EFE el diputado Fernando Gabeira, del gobernante Partido de los Trabajadores.
El diputado conservador José Carlos Aleluya acusó a los partidos de izquierda de taparse los ojos para no ver lo que ocurre en el país caribeño y achacó esa actitud a "los vínculos románticos de Cuba con la izquierda latinoamericana".
Brasil se ha abstenido en las últimas votaciones de resoluciones contra Cuba en Ginebra.
El Presidente de Argentina, Eduardo Duhalde, criticó hoy con dureza a EE.UU. por el embargo que mantiene a la isla, al anunciar que su país se abstendrá de votar sobre la situación en Cuba.
Matizó que Argentina "no va a condenar a Cuba, un pequeño país bloqueado, porque lo consideramos muy inoportuno".
Duhalde agregó, sin embargo, que su país presentará un documento consensuado con Brasil en el que expresará la preocupación de Buenos Aires y Brasilia por los ajusticiamientos de personas y el encarcelamiento de disidentes políticos en Cuba.