SAN LUIS.- La Casa Blanca pidió hoy a las Naciones Unidas que levante las sanciones económicas sobre Irak, a fin de crear las condiciones para una recuperación de la actividad económica en ese país.
"Ahora que Irak ha sido liberado, las Naciones Unidas deberían levantar sus sanciones contra ese país", declaró el Presidente estadounidense en un discurso en Saint Louis. (Missouri, centro).
Las actuales sanciones, impuestas tras la invasión iraquí de Kuwait de 1990 y mantenidas después de la guerra del Golfo de 1991, impiden que otros países realicen exportaciones o importaciones con Irak salvo dentro del programa "petróleo por alimentos", de la ONU.
"Necesitamos una transición del programa ’petróleo por alimentos’ tan pronto como sea posible y ayuda para restaurar una relación comercial normal (de Irak) con la economía mundial", afirmó un portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan.
Esta petición de Estados Unidos llegó tras la conclusión práctica de la guerra en Irak, donde el régimen de Sadam Husein ha sido derrocado, y Washington trata ahora de poner en marcha una autoridad provisional mientras administra militarmente el país.
En otro signo de que la guerra en Irak está en su ocaso, el Gobierno de EE.UU.
redujo hoy el nivel de alerta terrorista en este país, que había sido incrementado el 17 de marzo, dos días antes del inicio de los primeros bombardeos en Bagdad.
El Presidente estadounidense repasó hoy la campaña iraquí, y proclamó que gracias a la "acción militar rápida y eficaz, hemos evitado el flujo masivo de refugiados que muchos habían esperado".
Bush habló en la fábrica del grupo Boeing que produce parte de los F-18 que usa la Marina de EE.UU., y sus palabras ante los trabajadores trataron de trasladar el éxito militar en Irak a la economía doméstica.
Tras una guerra rápida y con relativamente pocas bajas entre las fuerzas armadas de EE.UU., el estadounidense normal afronta sus mayores problemas en el frente económico interno, donde la recuperación es todavía muy débil tras la breve recesión que sufrió el país en 2001.
Poco antes de salir de Washington, Bush firmó en la Casa Blanca el suplemento presupuestario de 79.000 millones de dólares para financiar la guerra en Irak, y que incluye también ayuda para los países aliados de EE.UU. en Oriente Medio y para las aerolíneas de estos países, a las que la guerra ha complicado aún más su grave situación.
Los dirigentes del opositor Partido Demócrata criticaron hoy a Bush por hablar ante los trabajadores de Boeing poco después de que se opusiera a extender los beneficios por desempleo a los trabajadores de las aerolíneas que están siendo despedidos por la crisis del sector.
En su discurso, el presidente estadounidense proclamó que el aumento de gastos militares debe garantizar la superioridad del Pentágono sobre las fuerzas armadas de cualquier otro país.
"Por la seguridad de este país y por la paz en el mundo, Estados Unidos debe mantener toda su ventaja en armas, tecnología e inteligencia", afirmó Bush.
En cuestiones internas, el presidente aseguró que está preocupado por la situación económica y por el aumento del desempleo.
Sin embargo, insistió en que la mejor forma de recuperar la economía es a través de las nuevas rebajas de impuestos que ha defendido, aunque ha tenido que admitir un recorte de su cuantía ante la preocupación del Congreso por el creciente déficit fiscal.
En este sentido, Bush insistió hoy en su teoría de que la creación de empleos "comienza por dejar que vosotros os quedéis con más de vuestro dinero" a través de la bajada de impuestos.
Tras su paso por San Luis, Bush emprendió viaje hacia su rancho de Crawford (Texas), donde pasará el resto de la Semana Santa.