BAGDAD.- Una trifulca callejera estalló el jueves en un banco de Bagdad después que varios atracadores abrieron con dinamita un boquete en la cámara acorazada y descolgaron por el agujero a varios niños para que sacaran el dinero. En el banco había unos 4 millones de dólares.
Ante las airadas protestas del público congregado ante la sucursal, los soldados estadounidenses calmaron a la multitud deteniendo a los ladrones y confiscando el dinero para depositarlo en un lugar seguro.
El incidente —parte de la anarquía que se extendió por Bagdad con la caída del régimen de Saddam Hussein— ocurrió en una sucursal del al-Rashid Bank. Al propagarse la noticia del saqueo, los congregados exigieron que los atracadores les entregaran el dinero, ya que muchos de ellos tenían cuentas en el banco.
"Esas personas quieren el dinero y creen que les pertenece, pero no entienden que la distribución adecuada no se hace dando el dinero al primero que llega", dijo el coronel del ejército norteamericano Philip DeCamp, comandante de un batallón.
Dos hombres con fusiles automáticos Kalashnikov dispararon al aire para amedrentar a la multitud y se dirigieron corriendo hacia un puente. Al aumentar la turba, una patrulla de las fuerzas de operaciones especiales estadounidenses solicitó refuerzos y pronto llegó un pelotón del ejército.
Los soldados detuvieron a unos 12 hombres dentro del banco, varios de ellos adolescentes. Cuando los soldados salieron con los ladrones, la multitud aplaudió y gritó con entusiasmo en inglés "¡Good, good, mister!"(Muy bien hecho, señor)", mientras los padres de los adolescentes lloraban y suplicaban a los soldados que los soltasen.
Unos 1.000 civiles se congregaron en torno a los 16 soldados que intentaban controlar el edificio donde se encontraba la sucursal bancaria. En determinado momento, los soldados amartillaron sus fusiles y cargaron contra un grupo de hombres para impedir que se acercaran a los carros de combate Bradley en que llegaron.
Finalmente, uno de los oficiales del pelotón encontró un lugareño que sabía inglés, que con la ayuda de un altavoz calmó a la multitud y le pidió que se alejara de la tropa. Una vez que los soldados desenrollaron alambre de púas para proteger la entrada del banco, casi todos los que congregaron se retiraron del lugar.
DeCamp ordenó que fuera ampliado el boquete de la cámara acorazada y que los dinares y dólares depositados en ella fueran retirados en fajos y llevados a una base para su custodia hasta que quede normalizada la situación bancaria.
Los soldados dinamitaron finalmente la puerta de la cámara acorazada con ayuda de explosivos plásticos y encontraron unos 4 millones de dólares en billetes de a 100 en fajos de 10.000 dólares cada uno. Los soldados metieron el dinero en bolsas y se lo llevaron.
En otros lugares, los marines retiraron para su custodia bolsas de dinero de la una sucursal incendiada en el barrio de al-Kifah, en el sur de Bagdad, tras un tiroteo con los atracadores, en el que mataron a uno y detuvieron a cinco o seis más.
Los marines también retiraron el dinero para su custodia de otra sucursal incendiada del banco al-Rashid, saqueada repetidamente en el barrio de al-Shorga.
El general Tommy Franks, comandante de las fuerzas estadounidenses en Irak, dijo que los saqueos han disminuido en todo el país y que 2.200 civiles iraquíes se ofrecieron de voluntarios el miércoles en Bagdad para trabajar como policías desarmados, lo que podría facilitar las tareas de las patrullas aliadas que intentan restablecer el orden.
"Los saqueos disminuyen a diario, y creo que verán la continuidad de esa tónica porque los iraquíes se están haciendo cargo de la situación y controlando los problemas por su cuenta", agregó Franks.
Unos 300 policías iraquíes patrullaban el jueves las calles de la capital, junto con los marines estadounidenses. La fuerza combinada detuvo a unos 400 saqueadores, dijo el sargento de la infantería de marina José Guillén.