BOGOTÁ.- Tres personas, incluido un niño de 14 años, murieron el viernes cuando guerrilleros atacaron a balazos en un pueblo del sureste de Colombia una procesión de feligreses que participaba en el Vía Crucis, una de las ceremonias religiosas más importantes de la Semana Santa.
El ataque, atribuido por la policía y el ejército a las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se registró en el municipio de Dolores, en el departamento de Tolima, 220 kilómetros al suroeste de Bogotá.
La acción, en la que también murió un soldado que escoltaba la procesión, así como otro civil, provocó indignación y repudio en este país de más de 40 millones de habitantes, mayoritariamente católico.
"Estoy muy triste por lo que le está pasando a Colombia, a mi municipio y al departamento del Tolima. Estoy muy herida con los grupos al margen de la ley porque no respetaron un Viernes Santo. Dolores es un pueblo muy católico", dijo la alcaldesa del pueblo, Mercedes Ibarra.
Testigos relataron que efectivos del ejército y de la policía escoltaban la procesión y que cuando comenzó el ataque de los guerrillero, mezclados con la población civil, los feligreses quedaron en medio del fuego cruzado.
Dolores es un pueblo ubicado en una zona montañosa con alta presencia de rebeldes de las FARC, grupo rebelde que cuenta con 17.000 combatientes y que dice luchar por instaurar un régimen socialista en este país con marcadas diferencias entre ricos y pobres.
"Tienen que cesar estos actos demenciales por parte de la insurgencia, porque no es el mecanismo para poder lograr la paz de ninguna manera", dijo el gobernador del departamento del Tolima, Guillermo Jaramillo.
