BAGDAD.- Cientos de musulmanes chiítas de Bagdad comenzaron hoy el viaje hacia la ciudad sureña de Kerbala para conmemorar la muerte hace 1.350 años del imán Hussein, nieto del profeta Mahoma.
Grupos de chiíes con banderas negras y verdes -color que representa al islam- empezaron a marchar a pie hacia Kerbala, a unos 130 kilómetros de la capital iraquí.
Los que salen de Bagdad suelen llegar a Kerbala en tres o cuatro días tras pasar por numerosas aldeas en el camino, en el que se unen con otros muchos grupos similares.
Pese a que estas marchas fueron obstaculizadas en años anteriores por el Gobierno de Sadam Husein, los participantes llegaban siempre a Kerbala para reunirse con decenas de miles de fieles procedentes de varios países vecinos, en especial Irán.
En Kerbala se hallan las tumbas de los imanes Husein y Abas, hijos de Alí, quien está enterrado en Nayef, a unos 150 kilómetros al sur de Bagdad, lo que ha convertido a ambas ciudades en sagradas para los chiítas.
La muerte de Alí, primo y yerno del profeta Mahoma y cuarto califa del islam, dio lugar una lucha por el poder que derivó en el primer cisma musulmán, al formar sus seguidores una rama aparte, la chiíta, frente a la mayoritaria sunita.
Los chiítas son minoría en el conjunto del islam pero predominan en Irán e Irak, donde pertenecen a esa rama el 90 y el 60 por ciento de la población, respectivamente.