BOGOTA.- Las autoridades colombianas arrestaron este sábado a 15 rebeldes, entre ellos un señalado jefe de las redes urbanas de las FARC en Bogotá, y allanaron un depósito de armas y explosivos de esa guerrilla en un populoso barrio de la capital, informaron fuentes oficiales.
El comandante de la V División del Ejército, general Reynaldo Castellanos, dijo a la prensa que entre las siete personas capturadas en Bogotá figura Edwin Murillo, considerado como el jefe del frente "Antonio Nariño", el principal comando de las FARC en la capital colombiana.
Según Castellanos, Murillo está acusado de dirigir los atentados dinamiteros perpetrados en diciembre último contra el senador Germán Vargas ente Alvaro Uribe en la lucha contrainsurgente, quien resultó herido en una mano y el rostro- y contra el céntrico hotel Residencias Tequendama, con saldo de decenas de lesionados.
Entre las otras personas arrestadas con Murillo figuran dos mujeres y una menor de edad, sospechosas de efectuar tareas de inteligencia para el comando "Antonio Nariño", señaló el comandante de la V División, con jurisdicción en el centro del país.
El comando del Ejército dijo que otros ocho milicianos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fueron arrestados en localidades de los departamentos de Boyacá (centro) y Caldas (centro-oeste).
Los militares también se incautaron de explosivos, granadas de mortero, cohetes artesanales y municiones que los rebeldes habían escondido en una vivienda del populoso barrio de Suba, al oeste capitalino, señaló la jefatura militar. En esta acción no hubo arrestos, se informó.
Los guerrilleros planeaban cometer atentados en la capital colombiana con los pertrechos hallados en Suba, indicaron por su parte fuentes policiales a la prensa.
Bogotá, ciudad de más de siete millones de habitantes, ha sido escenario en los últimos meses de varios sangrientos ataques dinamiteros atribuidos por las autoridades a las FARC, la mayor fuerza guerrillera del país, con unos 17.000 combatientes.
A raíz de esos atentados, la Policía, el Ejército y el servicio secreto colombiano (DAS) redoblaron la vigilancia en la capital y en pueblos cercanos.
Los soldados también hallaron el sábado un autobús-bomba que las FARC estacionaron en una ruta de acceso al municipio de Dolores (200 km al sur de Bogotá), donde los insurgentes abrieron fuego el viernes contra una procesión religiosa, causando la muerte a tres personas, según la jefatura militar.
