FORT BLISS, Estados Unidos.- Siete estadounidenses ex prisioneros de guerra en Irak llegaron la noche del sábado a la base militar de Fort Bliss (Texas, sur), en donde fueron aclamados como héroes por centenares de familiares y amigos con quienes celebrarán el domingo de Pascua.
Mientras la muchedumbre coreaba "¡USA, USA!", dos soldados ex prisioneros agitaron una bandera estadounidense desde la puerta del avión C-17.
Los familiares acogieron con abrazos emotivos a sus seres queridos apenas abandonaron la nave.
Los siete ex prisioneros llegaron a las 01.30 GMT del domingo a Fort Bliss, concluyendo el viaje que habían iniciado en la mañana desde la base estadounidense en Ramstein (oeste de Alemania) a bordo de un avión de transporte militar.
Los oficiales Ronald Young, David Williams y Patrick Miller; el sargento James Riley; los especialistas Edgar Hernández (de origen mexicano), Joseph Hudson y Shoshana Johnson (de origen panameño), continuarán su convalecencia en las bases de Fort Hood y Fort Bliss, Texas, anunció una portavoz militar.
Johnson, herida en sus dos tobillos durante el combate en que fue capturada, bajó en una camilla apoyada por dos soldados que mantuvieron sus brazos en alto ondeando banderas de Estados Unidos y Panamá.
Después, los soldados abordaron un carro de golf alrededor del perímetro de la pista ante una extasiada muchedumbre que ondeaba banderas nacionales. Luego fueron trasladados a un edificio de la base para revisiones médicas y reuniones con sus familiares más íntimos.
"Todos están en buenas condiciones y buen ánimo, lo hicieron bien en el vuelo de regreso", dijo un médico militar, el coronel Glenn Mitchel.
Este grupo de militares, que estuvo cautivo por casi tres semanas en Irak, fue localizado el 13 de abril a unos cien kilómetros al norte de Bagdad y fueron rescatados por Marines de su país que se dirigían a Tikrit, el último bastión y feudo del presidente Saddam Hussein, gracias a indicaciones de un civil iraquí.
Los siete ex prisioneros son cinco soldados de la compañía 507 que cayeron en una emboscada el 23 de marzo cerca de Nasiriya y dos tripulantes de un helicóptero Apache abatido el día anterior.
Dos de los ex prisioneros, Young y Williams, volaron casi inmediatamente a una bienvenida más formal en su base de Fort Hood, Texas.
Los otros cinco son miembros de la 507 compañía de mantenimiento, que fue emboscada por fuerzas iraquíes cerca de Nasiriya, donde otros nueve soldados murieron en la batalla.