BUENOS AIRES.- A una semana de las elecciones presidenciales en la Argentina, los candidatos definen sus estrategias finales mientras en los sondeos se debate si será el centroderechista Ricardo López Murphy el que acompañe a uno de los tres candidatos peronistas en una eventual segunda vuelta.
En un cierre de campaña que no propone un debate de propuestas sino la contraposición de personalidades y golpes de efecto de última hora, la incertidumbre sobre los resultados de los comicios aumenta al tiempo que el FMI advierte que pedirá al ganador un nuevo ajuste fiscal que endurecería el complejo legado económico, social y político que dejará el presidente Eduardo Duhalde a su sucesor.
El ex presidente peronista Carlos Menem (1989-1999) lidera casi todas las encuestas, aunque no logra superar el 20 por ciento de la intención de voto, mientras los siguientes lugares son disputados por López Murphy, y los peronistas Néstor Kirchner -quien cuenta con el respaldo del gobierno- y Adolfo Rodríguez Saá.
El sostenido crecimiento que registró López Murphy en las últimas semanas generó un fenómeno político inesperado gracias a su penetración en las clases altas y medias.
El consultor Julio Aurelio, cuya más reciente muestra encabezan Menem y el economista liberal ortodoxo, afirmó que López Murphy "está en segunda vuelta hoy, no necesariamente el día 27, el de las elecciones... Todo cambia", advirtió.
"Es muy claro el corte social que le pone un límite a López Murphy. En las grandes ciudades creció mucho pero en los sectores bajos, el 60 por ciento del electorado, está todavía muy abajo. Hay que ser cautos", declaró por su parte la encuestadora Analía del Franco al diario "La Nación".
Cautela es lo que pidió en las últimas horas el ex ministro de Defensa y Economía del aliancista Fernando de la Rúa a sus colaboradores, para evitar un exceso de triunfalismo por su crecimiento abrupto en los sondeos.
Pero al mismo tiempo reforzó su campaña proselitista en televisión y medios gráficos que, junto con la pegatina por toda la ciudad de Buenos Aires de una versión adaptada de las "Leyes de López Murphy", sería financiada por grupos empresarios y bancarios. Además publicó hoy un listado de las personalidades políticas, culturales, intelectuales y del espectáculo que lo apoyan.
Mientras continúa el empate técnico entre Menem, López Murphy, Kirchner y Rodríguez Saá, también se acentúa la tendencia declinante de la centroizquierdista Elisa Carrió (ARI), en una caída que se profundizó desde que abandonó el año pasado el primer lugar en las encuestas de intención.
El debilitamiento que muestra Kirchner frente a López Murphy preocupa en tanto a Duhalde porque con su respaldo al gobernador de Santa Cruz juega parte de su poder político en estas elecciones, según advierten los analistas.
El mandatario, quien con su salida anticipada del gobierno buscaría evitar que un mayor desgaste perjudique su futuro político -que muchos ven centrado en un retorno a la Casa Rosada- redobló en las últimas horas sus esfuerzos para impulsar a Kirchner.
El candidato del oficialismo buscará destacarse en esta última semana mediante la presentación de propuestas, demostrar su capacidad de gestión y dar una fuerte señal de estabilidad con la confirmación de que el ministro de Economía, Roberto Lavagna, continuará en su cargo si gana los comicios.
Menem, en tanto, se muestra seguro de una victoria, incluso en primera vuelta, según reitera en cada alocución pública pese a que las encuestas indican lo contrario. El ex presidente presentará este lunes su plan de gobierno y el equipo que lo acompañaría, al que intentará sumar al gobernador de Santa Fe, Carlos Reutemann, uno de los políticos de mejor imagen pública.
Rodríguez Saá, en tanto, continúa su campaña por todo el país, mientras su candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, el ex militar Aldo Rico, reivindicó su alzamiento "carapintada" en 1987 contra el entonces gobierno del radical Raúl Alfonsín y dijo que si es elegido hará "lo mismo" para "proteger al pueblo".
