BAGDAD.- Un primer convoy alimenticio de la ONU llegó este domingo a Bagdad, donde el aeropuerto será abierto la semana próxima únicamente para los vuelos de ayuda humanitaria, con el objetivo de facilitar la reconstrucción de Irak.
Esta reconstrucción estará dirigida por el general (r) norteamericano Jay Garner, quien tiene previsto llegar a la capital iraquí el lunes.
Este convoy de 50 camiones, fletado por el Programa Alimentario Mundial (PAM) y que transportaba 1.400 toneladas de harina de trigo, tardó cuatro días en atravesar 600 km desde la frontera jordana a raíz de la inseguridad, precisó en Ammán Maarten Roest, uno de los voceros de la agencia especializada de la ONU.
En su papel de administrador civil del Irak de post-guerra, el general Garner piensa instalarse con un equipo de 400 expertos entre los que se encuentran militares, diplomáticos y juristas, al igual que tecnócratas iraquíes exiliados.
Garner deberá facilitar la instalación de un gobierno democrático, sin dictar sin embargo su forma y composición, aseguró el propio general en una entrevista al "Washington Post".
"Lo que nos interesa es establecer un proceso democrático que permita la instalación de un gobierno que represente la voluntad del pueblo", afirmó el general, cercano al secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld.
Uno de los influyentes consejeros del Pentágono, Richard Perle, se pronunció a favor de que los norteamericanos sólo permanezcan algunos meses en Irak.
"Cuanto más tiempo permanezcamos, más grande será el riesgo de que se desarrolle una oposición en contra de nuestra presencia", dijo Perle al canal de televisión CBS.
Este domingo, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) advirtió sobre el riesgo de una explosión de violencia contra las fuerzas de la coalición si las condiciones de vida de los iraquíes no mejoran.
Sin embargo, el presidente George W. Bush dijo "no estar preocupado" por las manifestaciones anti-estadounidenses en Irak, y estimó que eran el símbolo de una libertad recuperada por parte de los iraquíes.
En un restablecido fervor religioso, peregrinos chiítas continúan confluyendo desde todo Irak hacia la ciudad santa de Kerbala para participar en la conmemoración del martirio de una de las figuras del chiísimo, Hussein, nieto del profeta Mahoma, enterrado en esta ciudad. Esta conmemoración había sido prohibida por el ex régimen.
La celebración debería alcanzar su apogeo el martes y miércoles para los chiítas que representan cerca del 60% de los 25 millones de iraquíes.
El senador demócrata Joseph Lieberman, uno de los candidatos en carrera para las elecciones presidenciales de 2004, manifestó su preocupación ante la posible instauración de un régimen islamista en Irak.
Pero Richard Peler estimó que "si se cree en la democracia en Irak, es necesario aceptar las consecuencias de la elección de sus dirigentes por parte de los iraquíes".
El sábado en Bagdad, el ejército norteamericano reemplazó a los Marines, que deberán abandonar Irak de aquí al 22 de abril.
Por otra parte, el autoproclamado "gobernador" de la capital, Mohamed Mohsen Zubeidi, anunció la creación de 22 comités encargados cada uno de un aspecto de intervención, aunque desmintiendo la intención de formar un gobierno para Irak.
El ex opositor Ahmed Chalabi, ahora instalado en Bagdad, desmintió por su parte haber sido víctima de un intento de atentado, luego de que uno de sus guardaespaldas resultara herido de bala.
En tanto, el presidente sirio Bachar al-Assad, cuyo país es amenazado por Estados Unidos, recibió a una delegación del Congreso norteamericano para tratar el relanzamiento del proceso de paz en Medio Oriente y las relaciones bilaterales, según se informó oficialmente.
En ese marco, dos miembros del Congreso de Estados Unidos informaron que recibieron el compromiso del presidente sirio de que Damasco "no ofrecerá refugio a criminales de guerra" en fuga de Irak.
