KUWAIT.- Alí, un niño iraquí de 12 años que conmovió al mundo tras perder a sus padres y los dos brazos en un bombardeo estadounidense, ha respondido bien al tratamiento, afirmó hoy un portavoz del ministerio de Sanidad de Kuwait, donde el pequeño se encuentra hospitalizado.
Alí Ismail Abbas, quien la semana pasada fue sometido a una operación para retirarle la piel muerta que recubría su cuerpo gravemente quemado, "está bien", declaró Ahmad al Shatti. "Sonríe, come y bromea. Sus heridas están limpias. Tiene algo de fiebre, pero está bajo control", agregó.
Alí, que presenta quemaduras en más del 20% de la superficie de su cuerpo, tenía que someterse hoy a un trasplante de piel, pero la operación no se llevará a cabo antes del final de la semana o principios de la próxima.
"No tienen prisa porque quieren que esté totalmente recuperado", declaró Shatti, precisando que los médicos esperan que aumente su nivel de glóbulos rojos en la sangre.
Tras una importante movilización internacional, Alí fue trasladado a Kuwait el 15 de abril para ser curado en el centro de grandes quemados de Al Babtain.
Se le amputaron los brazos por debajo de los codos en Bagdad, donde el personal médico advirtió que no tenía el equipo necesario para curarlo y que debía ser trasladado al extranjero.
Desde entonces, el ministerio kuwaití de Sanidad fue inundado de llamadas para proponer ayuda al niño.
"Alí ya ha visto a un terapeuta para saber cómo vivir con brazos artificiales y a un psicólogo especializado en trastornos postraumáticos", agregó Shatti. "Responde muy bien. Tratamos de ver si podemos ponerle un profesor en el hospital. Todos los médicos que lo tratan están muy contentos" de los progresos y de la fuerza del niño, dijo.
Alí, que perdió a sus padres y a otros miembros de su familia en un bombardeo de su casa el 30 de marzo, amenazó con suicidarse si no recibía unos brazos nuevos.
