KARBALA.- Cientos de miles de chiítas, mayoritarios en Irak, comenzaron este martes en Karbala (centro) dos días de una peregrinación excepcional repleta de lemas antinorteamericanos, mientras que en el Consejo de Seguridad de la ONU, Francia propuso la suspensión inmediata de las sanciones contra Bagdad.
En territorio iraquí, los peregrinos confluyeron en Karbala para conmemorar el martirio del imán Hussein, una de las figuras centrales del chiísimo y nieto de Mahoma, muerto en el año 680 en esta ciudad durante una batalla en torno a la sucesión del profeta.
Los chiítas, que representan cerca del 60% de los 25 millones de iraquíes, festajaban el regreso de una libertad de culto que Saddam Hussein les había quitado.
Religiosa, la atmósfera también era reivindicativa, y los primeros lemas anti-norteamericanos hicieron su aparición este martes. "¡No, no al colonialismo, no, no a la ocupación, no, no al imperialismo!", coreaban cerca de 3.000 fieles reiterando las palabras de un religoso ubicado en lo alto de un camión.
Una nueva manifestación, prevista para el miércoles de manaña, demandará "el retiro de los estadounidenses y la salida de (Ahmed) Chalabi", el jefe del Congreso Nacional Iraquí (CNI), apoyado por Washington, indicó un jefe religioso, el sheik Raed Haidari.
Un dignatario chiíta en Kuwait dijo al canal de televisión por satélite qatarí Al Jazeera que un autoridad de ese credo, el ayatolá Mohamed Taqi al Madrasi, fue secuestrado el lunes cuando viajaba de Irán a Karbala.
Los últimos sucesos
El embajador de Francia ante la ONU, Jean-Marc de La Sablière, indicó que había propuesto que "se tome la decisión de suspender inmediatamente las sanciones civiles" contra Irak, al dirigirse a la prensa al final de las consultas a puertas cerradas.
"Propuse que se trabaje en un arreglo pragmático que permita, si es necesario, coordinar la tarea en el terreno de los equipos norteamericanos y el de la Comisión de Vigilancia, Verificación e Inspección de Naciones Unidas (UNMOVIC) y de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA)", afirmó.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Dominique de Villepin, enfatizó que llegó el momento de "probar el pragamatismo" y suspender las sanciones contra Irak.
En Washington el Departamento de Estado desestimaba la propuesta francesa de suspender sólo las sanciones civiles, en momentos en que el embajador norteamericano en la ONU, John Negroponte, pidió que se levanten las sanciones "en cuanto sea posible".
Por su parte, el embajador ruso, Sergei Lavrov, dijo que sólo los inspectores de la ONU tienen la autoridad legal para determinar si Irak posee armas de destrucción masiva, condición para el levantamiento de las sanciones.
Sin embargo, en su intervención ante el Consejo, el jefe de inspectores de la ONU en Irak, Hans Blix, dijo que "es evidente que en una situación que es aún insegura y donde dominan consideraciones y decisiones militares, las inspecciones civiles internacionales difícilmente pueden operar".
Tras escuchar a Blix, el Consejo se reunió con el director del programa de la ONU "Petróleo por alimentos", Benon Sevan, quien indicó que se necesitan "acciones urgentes y pragmáticas" para "eliminar algunos de los obstáculos que hemos estado enfrentando para la distribución de asistencia humanitaria de urgencia".
Entre las mayores dificultades citó el "retraso en la recepción de garantías de seguridad de las potencias ocupantes".
Las reuniones del martes se produjeron tras la difusión de una entrevista en la BBC en la que Blix se quejaba del trabajo de los servicios de inteligencia norteamericanos y británicos.
"La información de inteligencia en que las capitales (Washington y Londres) construyeron sus argumentos parece que fue poco sólida", dijo el sueco.
En tanto, fuentes de la Casa Blanca informaron que los principales asesores del presidente estadounidense, George W. Bush, se reunieron esta semana para discutir mecanismos para castigar a Francia por haberse opuesto a la guerra en Irak.
Por otra parte, un octavo dignatario iraquí buscado por Washington, Mohammed Hamza Zubeidi, ex miembro del Consejo del Mando de la Revolución (CCR) -la instacia dirigente más alta en el seno del derrocado régimen de Saddam Hussein-, cayó en manos de las fuerzas norteamericanas.
El mando central norteamericano (Centcom) también confirmó que un yerno de Saddam Hussein, Jamal Mustafá Abdalá, estaba detenido.
Al día siguiente de su llegada a la capital iraquí, el administrador civil norteamericano de Irak, el general retirado Jay Garner, se reunió con los jefes kurdos Jalal Talabani (UPK, Unión Patriótica del Kurdistán) y Masud Barzani (PDK, Partido Democrático del Kurdistán), en Dukan, al norte de Suleimaniyá.
La UPK y el PDK, que controlan al Kurdistán iraquí, llamaron en un comunicado a los principales partidos de oposición iraquí a una reunión en Bagdad.
El administrador norteamericano se pronunció por un gobierno iraquí representativo del "mosaico" de pueblos que viven en Irak.
