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Gobierno estadounidense completa controvertido "registro especial" de inmigrantes

La medida afecta a inmigrantes con visas de estudiante, negocios o turismo, pero excluye a ciudadanos nacionalizados, residentes permanentes, refugiados o asilados políticos y diplomáticos.

24 de Abril de 2003 | 16:47 | EFE
WASHINGTON.- El Gobierno de EE.UU. finalizará mañana su controvertido programa de "registro especial" de decenas de miles de hombres extranjeros, particularmente de países árabes y musulmanes, como parte de su lucha antiterrorista.

El plazo fijado para este viernes afectará a unos 19.000 ciudadanos de Bangladesh, Egipto, Indonesia, Jordania y Kuwait, y es la última de cuatro fases del registro obligatorio de poco más de 30.000 inmigrantes, procedentes en su mayoría de África y Oriente Medio.

El "registro especial" afecta a inmigrantes con visas de estudiante, negocios o turismo, pero excluye a ciudadanos nacionalizados, residentes permanentes, refugiados o asilados políticos y diplomáticos.

Los extranjeros deberán también notificar al Gobierno cualquier cambio de domicilio, estatus académico o de empleo, además de incluir información detallada sobre sus viajes y contactos por EEUU.

Aunque tengan trámites migratorios pendientes, los extranjeros que no se registren podrían afrontar multas de hasta US$ 1.500 y ser detenidos o deportados.

Por falta de recursos, el programa ha excluido a mujeres, niños, refugiados políticos, residentes permanentes, ciudadanos nacionalizados y ciertos diplomáticos.

El programa permite que estos extranjeros queden "fichados" en el sistema porque deben entregar a las autoridades migratorias fotos de identidad y huellas dactilares, además de someterse a interrogatorios bajo juramento sobre sus planes de estadía.

Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y como parte de su plan de seguridad nacional, EE.UU. puso en marcha el registro obligatorio de los varones extranjeros a partir de los 16 de años de edad y por ahora incluye a 25 países, aunque será ampliado al resto del mundo para 2005.

Tres de los 19 terroristas involucrados en esos atentados estaban ilegalmente con visas caducadas, y el Gobierno no tenía forma de alertar a las autoridades de ese tipo de infracciones migratorias.

No obstante, ni el Departamento de Justicia ni el nuevo Departamento de Seguridad Nacional han anunciado planes de ampliar el registro a otras nacionalidades.

El Gobierno defiende el programa como herramienta útil para rastrear a posibles terroristas, pero se ha ganado el repudio de grupos que abogan por los derechos de los inmigrantes en este país.

"Este registro obligatorio es contraproducente porque sólo consigue infundir el miedo en la comunidad, es un derroche de recursos migratorios y envía el mensaje de que ciertos extranjeros son tratados como indeseables o sospechosos", dijo Angela Kelley, subdirectora del Foro Nacional de Inmigración (NIF).

"Además, debilita nuestra política exterior porque discrimina según la nacionalidad y perjudica nuestros esfuerzos por lograr el apoyo que necesitamos de estas comunidades" en la lucha antiterrorista, agregó la experta.

Kelley reconoció que, tras los atentados de 2001, EE.UU. tiene el derecho de revisar los expedientes de toda persona que entra al país, pero "en este caso estamos hablando de personas que se encuentran legalmente en el país y se les trata de antemano como sospechosos".
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