WASHINGTON.- El Presidente de EE.UU., George W. Bush, reconoció hoy que la economía de su país "no está rindiendo a su pleno potencial" y defendió su plan de recortes de impuestos para conseguir "que crezcamos más rápido y creemos más empleos".
Bush dedicó su discurso radiofónico de los sábados enteramente a la economía, consciente de que, tras el éxito de la campaña militar en Irak, la población empieza a prestar más atención a la economía, que en el primer trimestre del año sólo creció un 1,6%.
En las últimas semanas se ha recordado que Bush hijo puede repetir la historia de su padre George Bush, presidente entre 1989 y 1993, quien pese a ganar la guerra del golfo Pérsico en 1991, perdió las elecciones en 1992 frente al demócrata Bill Clinton por su mala gestión económica.
El Presidente afirmó que buena parte de la recuperación de la primera economía del mundo, que entró en un breve periodo recesivo a finales de 2001, depende de que el Congreso apruebe su plan de recorte de impuestos por valor de US$ 50.000 millones.
"Las políticas correctas en Washington pueden desatar la gran fuerza de esta economía y crear las condiciones para el crecimiento y la prosperidad", dijo Bush, en un mensaje a los legisladores, que volverán a reunirse en lunes tras un receso en las cámaras.
Según el Primer Mandatario, la Cámara de Representantes y el Senado "afrontan importantes decisiones sobre el futuro de nuestra economía", en referencia a su plan, que "servirá para crear trabajos y eliminar obstáculos para el crecimiento económico", subrayó.
El plan inicial de Bush, presentado en enero, incluía un recorte de impuestos por valor de 726.000 millones, pero la oposición de los legisladores de la oposición demócrata y de algunos republicanos hicieron a la Casa Blanca reducir la cifra hasta 550.000 millones.
Aún así, los que se oponen al plan sitúan el techo del recorte en US$350.000 millones por considerar que una cifra mayor pondrá en peligro los indicadores macroeconómicos del país.
Bush insistió en que su propuesta creará más de un millón de puestos de trabajo hasta finales de 2004, aliviará la carga fiscal para millones de familias y pequeñas empresas, y beneficiará a los jubilados al eliminar la doble imposición de los dividendos.
"El alivio fiscal es bueno para las familias y bueno para toda nuestra economía. El plan de empleo y de crecimiento que he propuesto es justo, es responsable y es urgente, por lo que el Congreso debería aprobarlo en su totalidad", manifestó.