NUEVA DELHI.- Al menos catorce personas han muerto y varias decenas resultaron heridas hoy, sábado, en una nueva jornada de gran violencia en el Estado indio de Jammu y Cachemira, donde ayer otras 18 fallecieron en diversos atentados y enfrentamientos, informó la Policía.
El atentado más sangriento de hoy se produjo cerca del mediodía, cuando tres terroristas suicidas, vestidos de policías, hicieron estallar un coche bomba junto a la puerta del recinto donde se encuentran los edificios de la radio y la televisión oficiales indias en el centro del Srinagar, la capital de verano del Estado.
Tras la explosión, en la que murió uno de los autores del atentado, se produjo un tiroteo de media hora en el que fallecieron los otros dos autores del ataque y dos soldados, mientras que ocho militares resultaron heridos, algunos de ellos de extrema gravedad, por lo que el número de víctimas mortales podría aumentar.
El ataque ha sido similar a otro atentado suicida llevado a cabo ayer, sábado, contra un campamento militar en Bagh Bandipora, 55 kilómetros al norte de Srinagar, en el que resultaron muertos tres soldados, un civil y dos de los agresores.
Según la agencia local india PTI, un hombre que dijo hablar en nombre de un grupo independentista islámico cachemir poco relevante, Al Madina, ha asumido la autoría de los dos atentados en una llamada telefónica a un medio de comunicación de Srinagar.
El portavoz mostró la oposición del grupo a unas conversaciones entre la India y Pakistán para solucionar el conflicto y señaló, según PTI, que sólo unas negociaciones tripartitas, entre Nueva Delhi, Islamabad y los independentistas musulmanes, pueden acabar con la violencia en Cachemira.
Por otro lado, en la zona de la "línea de control", que separa la India y Pakistán en la región himaláyica, resultaron muertos hoy tres supuestos guerrilleros y un soldado en un tiroteo, según la policía.
Otro rebelde murió en un enfrentamiento diferente cerca de la localidad de Punch y otros tres más al norte en el distrito de Baramulla.
Un civil resultó asimismo muerto y tres soldados heridos en una explosión registrada en una carretera del distrito de Kupwara.
Los heridos en el día de hoy han sido también varias decenas, incluidos once civiles alcanzados por la explosión de una bomba en el distrito de Baramulla, en un atentado dirigido contra el vehículo del ministro de Finanzas del Estado de Jammu y Cachemira, Muzafar Husain Beigh, que resultó ileso.
Ayer, un día en el que se sucedieron los atentados y enfrentamientos, al menos 18 personas resultaron muertas y más de cuarenta heridas en Cachemira en incidentes de diferente índole, incluidos los cotidianos duelos artilleros entre los Ejércitos de la India y Pakistán en la "línea de control".
La violencia se ha extremado en Cachemira la última semana, después de que el primer ministro de la India, Atal Bihari Vajpayee, invitara a Pakistán a negociar la paz y resolver los conflictos entre ambos países.
Las autoridades paquistaníes, incluido el presidente, Pervez Musharraf, se han mostrado reiteradamente dispuestas a aceptar el diálogo y, hoy mismo, la prensa de Islamabad publica que el Gobierno de Pakistán espera "una oferta formal" de Nueva Delhi para iniciarlo.
Sin embargo, pese a las presiones internacionales sobre la India y Pakistán para que arreglen sus diferencias, ante el peligro que supondría una posible nueva guerra abierta entre las dos potencias nucleares, el diálogo es muy difícil, ya que ninguna de las partes parece dispuesta a hacer concesiones.