BEIJING.- China intensificó las medidas destinadas a tratar de controlar la epidemia de neumonía atípica, tomando incluso medidas impopulares, como lo demuestra la revuelta que estalló en un pueblo contra la instalación de un centro de cuarentena.
Las medidas anunciadas el martes, cuando el número de casos confirmados alcanzó oficialmente 3.303 y el de muertos 148, incluyen la posibilidad de clausurar viviendas y decomisar los vehículos de los particulares, informó la prensa china.
Todas las autoridades, provinciales y municipales, tienen asimismo el poder de cerrar los mercados y prohibir las reuniones y actividades públicas, indicó Xiao Donglou, vicedirector del departamento de control de enfermedades del ministerio chino de Salud, citado por la prensa.
Las autoridades pueden decidir también el cierre de fábricas y comercios.
Numerosos establecimientos fueron cerrados ya por medida de precaución en todo el país, y miles de habitantes de Beijing fueron puestos en cuarentena, una decisión que se aplica también al papel moneda. En efecto los billetes deben ser desinfectados y esterilizados por los establecimientos bancarios que los reciben antes de volver a ser puestos en circulación.
En Chagugang, un pueblo situado 150 km al sudeste de la capital, en la región de Tianjin, la decisión de transformar una escuela en centro de cuarentena desencadenó la ira de los 2.000 habitantes, que incendiaron la escuela, saquearon edificios oficiales y volcaron vehículos. Los disturbios se produjeron el domingo.
"Cuando los habitantes que viven cerca supieron la noticia, tuvieron miedo de contagiarse de la enfermedad. El jefe del pueblo trató de hacerlos entrar en razón, sin éxito", contó a la AFP uno de los ediles.
Los habitantes de zonas rurales en China están cada vez más preocupados y temen la extensión del SRAS de las grandes ciudades hacia el campo, aunque hasta el momento la amplitud de la epidemia a escala del país parece limitada.
La psicosis hizo que varios pueblos de las cercanías de Beijing levantaran barreras de piedras en las rutas para impedir el acceso de visitantes, comprobó la AFP. En algunos pueblos se instalaron banderolas en las que puede leerse "Prohibida la entrada a causa del SRAS".
Con 1.347 casos confirmados y 66 muertos, Beijing está convirtiéndose en la zona más afectada por la epidemia, lo que llevó a Japón y Corea del Sur a aconsejar a sus estudiantes en China que abandonen las universidades y vuelvan a sus países.
En cambio, en Cantón (sud) donde el virus apareció por primera vez en noviembre pasado, el número de nuevos casos ha disminuido.