BAGDAD.- El secretario de Defensa de EE.UU., Donald Rumsfeld, inició hoy su primera visita a Irak después de la guerra, en un clima de creciente hostilidad contra su país tras la muerte en dos días de 17 civiles por disparos de soldados estadounidenses en la ciudad de Falluja, cerca de la capital iraquí.
Una manifestación de unas 1.000 personas recorría hoy la calle principal de Falluja para protestar por la muerte, el lunes por la noche, de 15 iraquíes por disparos de soldados norteamericanos, que estaban atrincherados en un colegio de la ciudad.
Hacia las 10:30 llegaron ante el cuartel general de la 82 División Aérea del Ejército de EE.UU. y, según testigos, algunos tiraron piedras y zapatos contra los soldados.
"Inesperadamente -dijeron los testigos- los soldados abrieron fuego y la gente salió corriendo".
Fuentes sanitarias afirmaron que al menos dos civiles han muerto por disparos en la cabeza y otros 16 han resultado heridos tras el tiroteo.
No se ha informado de heridos entre los efectivos de EE.UU. y fuentes militares estadounidenses aseguran que se está investigando lo sucedido, mientras los iraquíes sostienen que el grupo de civiles estaba desarmado.
El lunes por la noche, unas 200 personas se concentraban en Falluja ante el colegio en el que los soldados de EE.UU. han montado su centro de operaciones para pedir la salida de Irak de las tropas extranjeras.
Varios manifestantes lanzaron piedras contra los soldados norteamericanos, que contestaron abriendo fuego contra la multitud, causando la muerte a 15 personas, entre ellos varios niños, e hiriendo a otros 50.
En este ambiente, Donald Rumsfeld llegó procedente de Basora al aeropuerto internacional de Bagdad, sede del mando militar de EE.UU. en la capital iraquí, a bordo de un avión MC-130 de las Fuerzas Aéreas Especiales de la coalición.
En el aeródromo, el secretario de Defensa de EE.UU. fue recibido por el teniente general William Wallas, el comandante de la Tercera División de Infantería, Bufor Blount, y el general retirado y gobernador de Irak, Jay Garner.
Rumsfeld tiene previsto mantener una reunión con Garner en uno de los palacios presidenciales de Bagdad, residencia del actual gobernador provisorio de Irak.
Su llegada a Irak se produce tras afianzarse el gobierno y la "autoridad absoluta" de los aliados en el país árabe, según manifestó el teniente general de EE.UU., David MacKierman.
Previamente, en el aeropuerto de Basora, Rumsfeld declaró que lo más importante para Irak es que "un gran número de seres humanos inteligentes y enérgicos han sido liberados".
"Han salido del yugo de un régimen brutal y corrupto, lo que es positivo no sólo para los iraquíes, sino para todo el mundo", agregó.
El encargado de la Defensa de EE.UU. subrayó que su visita a Irak tiene como objetivo "felicitar al pueblo iraquí, que ya es libre, y respaldar y agradecer a los dirigentes militares de la coalición su actuación en el derrocamiento del régimen de Saddam Hussein".
Rumsfeld, uno de los dirigentes estadounidenses que más se ha significado durante la guerra, ha visitado previamente Qatar, Arabia Saudí, Kuwait y Emiratos Arabes Unidos.
El objetivo de la gira ha sido agradecer a estos países su contribución en la guerra contra Irak y exponer los nuevos planes de despliegue militar de EE.UU. en la región.